Una noche exquisita

En Puerto Ordaz es muy fácil toparse con algún vecino, principalmente por la popularidad de ciertos lugares altamente frecuentados por casi todos los habitantes de la calurosa ciudad; tal es el caso del Centro Comercial Orinokia en el cual el Cines Unidos es un lugar donde puede resultar casi imposible no ver algún rostro conocido. Quizá, por eso mismo, los jugadores de Mineros se encuentran, balón de por medio, con mucha facilidad.

Hasta el final

Los goles uruguayos a Colombia dolieron más al hincha venezolano que todos cuantos le han marcado directamente los charrúas a Venezuela. Era 10 de septiembre, y el peso de la culpa recaía sobre el color vinotinto; total, fueron ellos quienes meses atrás revivieron a un Uruguay herido de muerte.

El estadio de Puerto La Cruz se merecía una crucifixión mayor a la que le aplicaron a Cachamay cuando, meses atrás, fue testigo de la resurrección de Lázaro, perdón, de Uruguay; pues aquel día el estadio enmudeció gracias a un zurdazo de Cavani; para la ocasión ni siquiera se colmaron los asientos de un recinto con olor a desesperanza: el venezolano es así, no conforme con aupar sólo en la victoria, su falta de aplomo en la adversidad lo desnuda en su cobardía.

Noches de inspiración (Venezuela 3-2 Perú)

1. El estadio desamparaba a los jugadores quienes tanto le han dado a este fútbol. Puerto La Cruz se mostraba apática y decepcionada, la victoria de Uruguay no ayudó a contagiar la esperanza. No importa, quienes deben creer son los protagonistas y ellos sí salieron a jugar, frente a Perú, muy motivados.
2. No hay que engañarse, los destellos de calidad fueron eso: destellos. No se vislumbró, en Venezuela, un trabajo colectivo muy disímil a lo mostrado anteriormente, ni siquiera demasiadas novedades de cara a solucionar los ya conocidos males; en vez de eso, las ganas de cada jugador ayudaron a trasmutar la motivación en jugadas de calidad. Sin un colectivo muy pesado, las asociaciones puntuales junto a los desempeños individuales sirvieron para hacer sonreír a muchos venezolanos.

La misma vaina de siempre

En la lánguida figura de cada jugador vinotinto retumba el eco de la crítica. No hay nada nuevo, es un proceso de sobra conocido. Los jugadores siguen saliendo del estadio rumbo a quemar sus penas con el agua caliente de la ducha: todos, incluyendo la voz soberbia de su líder y entrenador, parecen heridos. Pero si todo es igual. A pocos pasos de su vestuario el júbilo chileno los obliga a rezarles a los dioses del fútbol para que, apiadados de ellos, coronen un triunfo peruano sobre los uruguayos. Imposible. Ya al enterarse de la derrota de su esperanza, cierran los ojos y se prohíben leer la prensa en los próximos cuatro días.

De Bielsa hacia el futuro (Chile 3-0 Venezuela)

1. El norte de nuestro continente es conocido por su capacidad para la planificación. Fue allí, en Canadá, alrededor del 2007, en dónde una atractiva selección chilena sub20 empezó a llamar la atención de los analistas mundiales. Aquel mundial significó la gloria para la Argentina del Kun Agüero, Di Maria, Yacob, Zarate y Banega; pero también dejó en resaltador amarillo los nombres de Arturo Vidal y Alexis Sánchez, figuras de la selección chilena eliminada en semis frente a la futura campeona.
2. Tanto Vidal como Sánchez empiezan a encarrilar su madurez cuando caen en la palma de Marcelo Bielsa. El técnico argentino representó en su momento un crecimiento cualitativa y competitivo en la selección austral; pero hay más: en Chile las palabras “proyecto” y “planificación” tienen un significado coherente; de esta forma, teniendo claro a lo que quieren jugar, se han dedicado a contratar a seleccionadores de perfiles similares: Bielsa, Borghi, Sampaoli.

Cápsulas de fe

Cuentan algunos testigos, que mientras los jugadores residenciados en el extranjero arribaban al país el pasado fin de semana, iban repartiendo pequeñas cápsulas color vinotinto a todo aquel quien se le cruzara en frente; igualmente, los vieron llevar bolsas enteras de las mismas, de las cuales ellos tienen la obligación de tomarse al menos cinco por día.

La continuidad de Zamora

En un fútbol lleno de exitismo, en donde el éxito inmediato parece ser la única consigna en las campañas de dirigentes, en donde el trabajo a largo plazo y la palabra “proyecto” son dos conceptos demasiado manoseados; en un fútbol en el cual las contrataciones rimbombantes, y las posteriores deudas, parecen ser el único camino para conseguir títulos; e, igualmente, en donde se sigue arguyendo a la preparación física como única justificación para los picos de rendimiento, surge un equipo en vías de constituirse como club, al cual le gusta ir en contra de la precaria rutina de nuestro balompié. Con Noel el Chita San Vicente a la cabeza, el Zamora, incluso, se da el tupé de poner el balón en el piso, o de negarse a los desmesurados despejes tan habituales en nuestra liga.