Nuestro fútbol se sostiene
con pura filantropía, o, sí se quiere, amor al deporte o al propio ego el cual
busca conquistar estirpes desconocidas para sus éxitos. Da igual, el hecho es
que los inversores rara vez verán recompensadas sus cuentas bancarías luego de
sus opulentos desembolsos, y, cabe destacar, mantener una divisa en Primera
División es algo al alcance de muy pocos.
Para entender los motivos originales de este blog deben consultar a mi subconsciente, pero, ¿para qué?, si al pasado sólo se viaja para mejorar el presente; y el presente nos presenta como un blog de sólo fútbol venezolano (Análisis, opinión, crónicas y demás). Es que promuevo la unión, y la Vinotinto nos une a todos; eso sí, nuestra liga profesional nos identifica y ambas son el corazón de Desde La Guacamaya.
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miércoles, 20 de noviembre de 2013
jueves, 14 de noviembre de 2013
Desnudando al fútbol formativo en Venezuela
“El fútbol no es una isla, es un continente”
“Creo más en el entrenamiento que en la táctica”
Juanma Lillo
“Futbolísticamente, la educación física no educa”
Diego La Torre.
El
desprestigio más grande hacia nuestro fútbol arranca en la bases, en la
formación del jugador. Digo desprestigio
porque es la palabra más acorde, a mi criterio, para describir un proceso en el
cual se subestima al fútbol –como ente complejo de estudio– y a la profesión
del entrenador.
sábado, 2 de noviembre de 2013
El ahijado de Andrés Rouga
“¿Es
Rouga o Ronga?”, “El apellido original es Ronga, pero cuando su padre, que en
paz descanse, llegó acá y lo fue a presentar, se equivocó y le puso Rouga”,
desbordando seguridad –misma usada por su padrino cuando le toca sacar la
pelota desde atrás– Ayrton Marques, El Enano, relata la anécdota del actual
defensor de Mineros de Guayana.
Realmente
es complicado imaginarse a Ayrton de menor estatura; pero sí, él también fue
niño y, por ende, su cuerpo infantil se componía de menos centímetros de los
que hoy, con 21 años, dispone. Fue en ese entonces cuando empezó a enamorarse
del Caracas F.c con la inocua ilusión de un niño de 6 años. “El estadio me
queda al lado de mi casa”, explica Ayrton previo a resaltarse en retrospectiva
como un niño “muy pila”.
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