viernes, 30 de noviembre de 2012

Amores de una noche

Un amante que se come las uñas en espera de amar, y dolido por no ser amado, camina suspirando por la ilusión de vagos recuerdos que evocan las fantasías de parejas más felices. Posa sus ojos en las mesitas de los cafés y una lagrima es su única compañía, jura tener eso algún día. Pero es que como dice Ignacio Benedetti: “El problema no es el hambre, son las ganas de comer, las que atentan contra la paz necesaria para tomar decisiones”
                
Un amante resignado, con la barriga vacía y con muchas ganas de comer, enciende la TV, oye hablar de Barcelona, de cantera y años de trabajo. Escucha hablar de Madrid, de leyendas o mitos que enaltecen el color blanco. Ve al Chelsea, al Málaga, PSG, Manchester City, etc., etc., etc., y cree encontrar la solución a su dolor. Ve recortar el patrón de ilusión a por la realidad… Decide, un burdel visitar.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Justicia divina y actitud de campeón

El ecuador del día había pasado hace tan sólo unos minutos y las calles de Sabana Grande (Caracas), eran pisadas por Camilo Ramírez, el cual, paseaba tomado de la mano con su pareja y dejando una sensación de indiferencia a su alrededor.
                
Camilo Ramírez (Dvo. Petare), nació en Colombia, tiene un par de años en nuestro fútbol, ha vestido dos casacas y ha perdurado como uno de los volantes centrales de mejor nivel en nuestra liga. Pese a eso, en Sabana Grande, habrán sido más bien pocos los que lo habrán reconocido; disímil, por supuesto, si se hubiese tratado de José Salomón Róndon, el “9” de la Vinotinto y del Rubín Kazán; ese que ayer mostró problemas sexuales, en la derrota 1-3 de Venezuela frente a Nigeria. De haberse tratado de Salo, seguro, que la indiferencia le hubiese sido esquiva.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Noches sin sueños

Bajo el manto de la luna empieza todo. Con las estrellas vigilando, con la cama abrazando, las cobijas sobando, y la cabeza, descansando. La almohada, es el primer testigo, es el cofre de los recuerdos, la confidente de tantos y tantos sueños. Son noches mágicas, en las que revivir los toques te hace sentir como Zidane, en las que recuerdas una y otra vez aquel pase, o aquel gol, quizás un caño, rabona, atajada o tacle. Allí, empieza todo.