jueves, 28 de julio de 2011

Tomás el Monstro Conquistador.


           Empedernida costumbre rendir con la selección. Merecido reconocimientos mundial tras la Copa América. Tomas dejo la bandera nacional en suelo argentino clavada y bien alta, como diciendo “La Vinotinto estuvo aquí”, o no menos notable aún: “Y Tomás Rincón… también.”
          Con tan solo 23 años, el Monstro de Hamburgo, se erige como figura destacada de esta moderna selección venezolana, y si bien nada ni nadie es indispensable en la vida, frente a Paraguay y Perú quedo claro que al menos hallarle sustituto, resulta complicado.
         Empezó su carrera jugando de enganche, de buen pie, correctos pases, acostumbrando de forma agregada correr mucho, colaborar en defensa y tapar huecos, siempre haciendo gala de unas notables e innatas cualidades físicas. Con el paso del tiempo fue retrasando su posición, hasta quedar como una especie de volante mixto, siendo luego de su llegada a Alemania donde cerró su ciclo de metamorfosis evolutiva, convirtiéndose en un “5” puro, fuerte, aguerrido, gran marcador, buen pasador en corto, tiempista y con excelentes maneras al momentos de tener la esférica, ejerciendo como principal opción de salida en el juego de la selección. Un jugador completo, manejador de casi todas las facetas de juego. Tomás no es solo un obrero, es un crack.
           “El Monstro” venezolano, “Conquistador” patrio, nación el 13 de enero de 1988, en San Cristóbal, Venezuela. Debuto en primera división de la mano del Zamora F.c, y tras una gran temporada concreta su fichaje por un grande ubicado en su ciudad natal, el Deportivo Táchira, donde no alcanzo a jugar más de un torneo Apertura antes de que el Hamburgo alemán cerrara su traspaso.
         Debutó con la absoluta en el 2008, con Cesar Farías estrenándose como seleccionador nacional. Tres años y medio después, resulta innegable que ha sido uno de los grandes aciertos del cuerpo técnico actual.
                En Alemania siempre acaba dejando buenas sensaciones, bien sea jugando como lateral o volante derecho, o en su posición habitual, contención. A pesar de esto, no termina de consolidarse como titular, o inclusive como un fijo en las convocatorias de su equipo. Luego del torneo en Argentina (Su graduación futbolística), seguramente le vendrán mayores oportunidades con su club.
                Siempre rinde con la selección, no le recuerdo un partido discreto en la misma. Desde hace tiempo, inclusive la banda de capitán pareciera quedarle a la medida. Se hizo en votación, con la distinción de mejor jugador ADIDAS de la Copa América. Por rendimiento, actitudes y aptitudes, me da la sensación de que hay “5” y capitán para rato en nuestra selección.
       ¡Grande Tomás! Un “Monstro” del medio campo, un “Conquistador” venezolano. Sí, un grande. Ni las dos rojas, polémicas en exceso, sombrean su rendimiento. Ni el no tener goles con la absoluta, le resultara incomodo, él no está para esas cosas. Quizás, de haber llegado a la final de la Copa sería indiscutiblemente el mejor jugador del torneo. ¿Qué importa? Para toda Venezuela ya lo es. Y siéntanse seguros entonces, de que el número “8” de Venezuela, tiene dueño por muchos años, ah, denle chance, porque la banda de capitán… también.
Lisbm, Lizandro Samuel.


jueves, 21 de julio de 2011

Porque el fútbol es así…

                Y es la respuesta más común ante la perplejidad que resulta tras la eliminación de nuestra Vinotinto en penales, a manos de los paraguayos y de quien, de plano, me parece el mejor jugador de la Copa, Justo Villar.
            Si le damos continuidad a esa idea, poca explicación futbolística, más allá de detalles en la definición, sumados a una tanda de penales patéticamente trabajada,  encontramos para la eliminación Brasileña en 4tos, luego de bailar, pasarle por encima, y darle un repaso de fútbol a la selección que dirige el “Tata” Martino.
                Y entonces vemos a un finalista de Copa América (Uno de los torneos más importantes del planeta fútbol) que no ha ganado ningún partido, que encuentra  en su guardameta una figura inevitablemente heroica, pero cuyo aspecto más preocupante resulta ser que en realidad no han jugado a nada en toda la competición, dado que ni siquiera su intento de  defender y cortar los circuitos rivales en zona2 o zona3 ha sido efectivo (Numerosas ocasiones en contra han sufrido, Justo Villar y los palos, son a día de hoy lo más destacado del conjunto guaraní).
                Pero para colmo y desilusión, ante la resignación de un país, la respuesta más usada es “porque el fútbol es así”, valido en todo su concepto, perfectamente aplicable a la situación, siendo además englobador total de los argumentos usados a nivel mundial para dar significado a esta Copa América. Y sí es cierto que de esta frase dan uso recurrente los llamados “resultadistas” la realidad (Perdón si me equivoco) es que todos, en algún momento de nuestras vidas la hemos empleado (Ante nuestra ignorancia, quizás), no solo en el fútbol, sino en todas las temáticas de nuestra vida, e inclusive, para la vida misma: “La vida es así…”.
                A pesar de esto, me encuentro con un carácter propio, por demás obstinado, que se niega a aceptar esta frase como respuesta ante una situación reiterante, a la que si además se le agrega la palabra “suerte” (Otra expresión en la que poco creo), pues salida fácil encontramos, para justificar la adversidad.
                Lo cierto es que para efectos de lo que realmente nos importa, y resaltando además el buen trabajo de esta histórica selección nacional, con resultados, formas y maneras positivas, hay varios temas de reflexión propios (Del país) que se deben extraer para seguir trabajando, apoyados, claro está, en la demostración de cierto avance (Quedara por comprobar la real profundidad del mismo en las bases futuras) de nuestro balompié.
         Es que tal vez resultaba injusto que nuestro país estuviese en la final (Emocionalitas, abstenerse), no por no haber ido a un mundial (Tonterías), sino porque pienso que lo único que nos faltó para llegar a alzar la Copa es tener una estructura, un torneo, una bases, mejor fundamentadas. Simple opinión propia, y ganas de querer sacarle provecho a esta sorprendente eliminación.
                Llegar a semifinales, realmente no fue una sorpresa, se veía venir, inclusive desde la Copa anterior. El rendimiento de algunos jugadores fue superlativo, callando diversas bocas en el país (Alguno me habrá hecho tragarme mis palabras). Cesar Farías, trabajó muy bien (En Dallas se revitalizo a este equipo), no solo en estos meses, sino desde que asumió el cargo como D.t de la selección. Un romanticismo nacional, emergió para con la selección, todo el país se unió, y siguió con emoción las andanzas de este equipo… todo fue, y es, porque esto aún no acaba, un éxtasis afrodisiaco total, solo se habla de fútbol en unas calles venezolanas, totalmente teñidas de Vinotinto (Creo que ni en la última Copa, celebrada en suelo patrio, vi tantas franelas nacionales en la calle). Pero el punto es que en este país no se juega fútbol cada 4años, o cuando se disputa algún cotejo pre-mundialista, aquí se juega fútbol domingo tras domingo, casi todo el año. Lo digo con dolor, pero es injusto subirse al tren a mitad de camino y después bajarse, es muy fácil apoyar en la victoria y celebrar los triunfos, más sencillo incluso rechazar en la derrota, como dijo alguna vez Bianchi: “El periodismo siempre está invicto” en este país la fanaticada también.
                No creo en la suerte ni en las casualidades. Solo entiendo de las causalidades. Lo dijo un de las mentas más brillantes de todos los tiempos, Albert Einstein: “El azar no existe. Dios no juega a los dados”. Por eso quiero comprender, que cuando le bien anularon el gol a Vizcarrondo, por el offside de Salomón, en realidad, este último cayó en posición ilegitima gracias a todos y cada uno de los mediocres dirigentes que hay en este país. Cuando el libre directo que disparó Arango se estrelló en el larguero, y como sucede pocas veces en el fútbol, pico y salió, fue porque reboto en una barrera invisible, conformada por todos aquellos “hinchas” que se subieron al autobús a mitad de camino, y que ahora deben mantenerse en el mismo si queremos seguir celebrando triunfos… Es que cuando el shut de Maldonado, pega en Miku y luego en el palo, choco realmente contra toda la desorganización del fútbol venezolano, contra toda la desidia que se manifiesta en los encargados de mover las categorías juveniles del país. El porqué de que se le acabaran las piernas a Cichero tras una jugada Maradoniana, tras lanzarse un autopase en el minuto 115 (Proeza humana), está reflejado en la falta de infraestructura que acosa Venezuela. Porque Lucena falló el penalti debido a querer llevar en sus humildes hombros (Junto al resto de la selección), el peso y la responsabilidad de cambiar la realidad futbolera de Venezuela, con un resultado más que histórico, pero es que para evolucionar realmente, hace falta mucho más que el aporte de estos héroes nacionales… Vamos, que la trifulca del final, tan solo fue la conjunción de los elementos que nos faltan por mejorar (Independientemente de si existió, o no, provocación paraguaya).
        Todos ahora dicen sentirse orgullosos de ser venezolanos, de nuestra Vinotinto, de nuestro balompié. ¿Es que acaso tú solo quieres a un hijo cuando este alcanza el éxito? ¡Ah! ¿Es que antes no sentían orgullo?... Esto es nuestro, y hay que quererlo en las buenas y en las malas. Quiero ver ese orgullo reflejado con estadios de primer nivel, llenos domingo tras domingo, sin violencia, con categorías juveniles bien trabajadas, con dirigentes laborando con sentido y coherencia a largo plazo, con múltiples centros de alto rendimiento regados por toda nuestra geografía, con una prensa en constante evolución de conceptos deportivos, con un crecimiento real de nuestro fútbol. A lo mejor así, la próxima vez que nos toque jugar contra “Paraguay”, los postes entren, y a “Justo Villar”, no le toque hacer “Justicia”, para evitar premiar la mezquindad y la desidia. Gracias muchachos, gracias Vinotinto, gracias Farías, y perdonen… porque para estar en la final, fallamos nosotros, sí, es que nosotros también debemos crecer.
Lisbm. Lizandro Samuel

domingo, 17 de julio de 2011

Venezuela hoy es Vinotinto.


                El partido terminó hace unas horas, hace unos minutos deje de llorar, hace un momento me compuse emocionalmente, aún suena mi teléfono con mensajes de celebración…
                Esto resulta ser para mis ojos algo demasiado grande, imaginable y quizás esperado, pero que aun así me despierta demasiadas emociones. Y perdonen si acaso peco de egocéntrico al querer recordar momentos personales, que seguramente encontraran identificación en más de uno de los lectores de esta nota. “El fútbol venezolano no sirve” “¿Para que ir a ver un partido de fútbol nacional? ¡Eso es aburridísimo!” “Estas loco por querer vivir del fútbol siendo venezolano”, son tan solo algunas de las frases menos ultrajantes que he escuchado en mis 18años de vida, son tan solo algunas de las frases que estoy seguro inyectan o inyectaron (Para los que ya no están físicamente) motivación a cada una de las personas verdaderamente encargadas, preocupadas y ocupadas de llevar las riendas de nuestro balompié. Hoy 17 de julio del 2011, sin que figuráramos en planes internacionales, sin que contaran con nosotros en los pronosticadores mundiales, podemos decir orgullosamente que somos semifinalistas de América.
                Pasan imágenes en mi mente, tantas veces que maldecía al vernos ubicados en la zona baja del continente cuando de tablas futboleras hablábamos, sonrió, hoy estamos entre los primeros cuatro.  Y me pregunto ahora ¿Seremos candidatos a alzar la Copa?, poco esfuerzo tienen que realizar para encontrar un par de escritos míos, de hace tan solo unas semanas, en las que encumbraba como candidatos al título a paraguayos y chilenos, hoy me enorgullece decir que nosotros podemos ser realmente pretendientes a la Copa.
                En el primer tiempo se jugó al ritmo que nos convenía, lograron aislar los circuitos de juego en Chile mediante un trabajo táctico notable. Dos jugadores acostumbraban presionar al que trasladaba la pelota, otros le cubrían la espalda a estos cerrándole el radio de opciones al que transportaba, mientras que en la línea de fondo tomaban uno a uno a los jugadores rojos que se hallaban en situaciones ofensivas. Igualmente se le dio un correcto manejo a la esférica, criterio y lógica en la circulación de la misma, siendo directos pero sin caer en desesperaciones. Dulce gol de balón parado, reiterado en esta selección además, el que anoto Vizca tras cabecear solo en área contraria… El segundo tiempo traía una novedad engorrosa para los venezolanos, esperanzadora y resolutiva para los chilenos: Jorge “El Mago” Valdivia. ¡Y que digo Mago! Diablillo escurridizo, genio del fútbol, crack mundial, malditas penurias nos hizo pasar. Le dio sentido al juego de su equipo, desde la previa se advertía de su peligrosidad, ¿qué decir? honor hizo a su apodo. Minutos fatídicos, sufrimos mucho, dos postes, un gol, esquiva se nos hacia la pelota, fueron de los minutos más largos de mi vida. Hasta que llegó, como suele decir un reconocido (Y muy respetado de mi parte) comentarista deportivo curiosamente chileno: “el invitado especial, Don Gol”. Gabriel Cichero, 2-1. No recuerdo cuando fue la última vez que escuche con tanta fuerza el clamor popular de un gol sin encontrarme dentro del estadio o en un lugar público. Algarabía comedida, tensión evidente, aún quedaba partido.  
                El final esta demás, todos sabemos cómo acabo. Chile se lanzó al ataque con demasiado pundonor, perdiendo inclusive ciertas temáticas de su juego, dejando además, un sendero más que abierto para los atacantes venezolanos. Justa expulsión a Medel, más que polémica a Rincón, cuatro largos minutos, el 3-1 que estuvo a punto de concretarse, tres pitazos, el festejar de un país.
                Para el recuerdo quedará una, a mi parecer, cuando menos incorrecta actuación arbitral, no importa, en el fútbol contra esto a veces también se juega, siendo importante el saberse reponer o hacer frente a este tipo de desatinos.
                Romanticismo populista, identificación nacional (Miren que yo he sido de los que más la ha solicitado), la selección de Cesar Farías, esta de Luna de Miel con todo el país. Se aplaude a Tomás, posiblemente el mejor de toda la Copa, se elogia a Vizcarrondo, se rinden a los pies de Vega, se idolatra a una selección propia que encuentra en todos sus miembros la clara representación del país. Derivación del trabajo, lo he reiterado, no creo en la suerte ni en las casualidades, solo entiendo de causalidades, y esto tiene un profundo origen en años de trabajo dentro de los cuales resaltan nombre ilustres como Pastoriza, Richard Páez o Guillermo Valentiner, entre otros, a los cuales ahora se está sumando Cesar Farías, primera clasificación a un mundial FIFA, semifinales de la Copa América (De momento), mis respetos, me quito el sombrero.
                Pero aun así sigo recordando como se logra todo esto a pesar de las marcadas carentes que existen en nuestros torneos locales, muestra clara del potencial humano que existe en Venezuela, el cual se pudiese explotar en mayores grados con mejores planificaciones, similares a las que se han llevado a cabo con este histórico combinado nacional.
                Afición creciente, espero que esta luna de miel se prolongue a la cotidianidad de nuestro fútbol, donde se juega domingo tras domingo, y es que aún me impactan las imágenes de la Alfredo Sadel llena de gente, encarnando una ilustración más típica de otros países. Aún me alegra escuchar hablar de la Vinotinto en la calles. Aún me ilusiono con convertir esto en algo habitual. Pero sigamos soñando, poniéndonos metas y objetivos, trabajando para conseguirlas, que ya nos están dejando muestras palpables de que con trabajo y planificación todo lo deseado se puede hacer realidad, sigamos apoyando a la selección, y no saquemos conclusiones aún, es más, posterguemos el discurso de lo épico que se ha hecho de esta Copa, ya que todavía nos queda camino en la misma, ya que estoy seguro, que más alegrías nos deparan este grupo de jugadores. Primero hable de “Corazon Vinotinto” luego me pregunté “¿Cenicienta quién?” ahora me enorgullezco ¡Porque somos candidatos!
Lisbm, Lizandro Samuel.
                

jueves, 14 de julio de 2011

¿Cenicienta quién?


                Y frente a Paraguay Disney cobró los derechos de autor, y frente a los guaranís toda Venezuela vivió en  un mágico esplendor.  Minutos finales agonizantes, la partida se hacía exasperante, maldita poca fe propia a más de uno nos hizo dubitar, bendito sean los grandes que el encuentro supieron remontar.
                Que quede para el recuerdo, como un canto de la Odisea, el gran Reny Vega, puso una magistral asistencia, el herido Perozo, con un testarazo maravilloso, en un grito de gol a todo un país excitó.
                Un partido de trámite, al menos para nosotros, que con la clasificación segura, ya estábamos cómodos. Paraguay salió a ofender, con su orden acostumbrado, dejando por consecuencia muchos huecos destapados. En un principio todo fue Vinotinto, pero con una maniobra un poco repetible, la partida se tornó un tanto predecible. Rojiblancos de guerra, soberanos de mil batallas, supieron aplicar sus armas en la pelota parada.
                El esquema se cambió, se buscaba resguardar, mientras que a otras figuras descanso se les debía dar. Fue un 4-4-2 clavado, dos extremos bien parados, con Salo de “11” al iniciar, Alex y Yohandry a las bandas se debían apegar. Por ende mucho juego lateral, solo roto por la calidad individual, que alguno de nuestros jugadores en algún momento supo aplicar.
                El Cafú no lo hacía bien, Di Giorgi lejos de aportar algo positivo estuvo ayer; y es que no busco ser reiterativo ni mucho menos destructivo, pero al “5” Vinotinto, le falta calidad, para la de la selección poderse enfundar. Inocencia en demasía, lentitud mental, ojala Giacomo me hagas callar, pero hoy tengo que afirmar, que en relación a Lucena, poco y nada pudiste aportar. Debo resaltar además, falta tonta que cometiste sobre el final, que con un tercer gol paraguayo nos lo hicieron pagar.
                De más está encumbrar la eficacia de los cambios que metió el seleccionador nacional, aunque a mi parecer Alex jugó demás… Con el balón parado nos herían con frecuencia, aspecto a trabajar por consecuencia.
                Pero vamos, que para llegar lejos hace falta de todo, y bien pudieron demostrar, los huevos que esta selección tiene para jugar. ¡Qué canten hados nacionales! ¡Que narren trovadores deportivos! No es el empate lo que nos resulta de alta estima, es la forma de consecución lo que nos llena de algarabía. Aquel gol de Rey de media cancha, aquel penalti dormido en las manos de Romo, los 8 goles en el mundial, un “Centenariazo” que jamás se podrá olvidar, debacle brasileña en Boston que siempre vamos a recordar, este partido entró al salón de la memoria popular.
                ¿Cenicienta quién?, históricamente en nuestro continente las diferencias de poder, desde lo administrativo te las dejan ver, maldita sea nuestra irreverencia nacional, el apodo de Cenicienta nos quedaba mal, ¡Vamos, que la Vinotinto se hace respetar!
                Y fue entonces, como el más criticado, el más odiado, hizo realidad aquella teoría que suele encumbrar: “del amor al odio solo hay un paso” perdón, deben corregir, ¡Solo hay un cabezazo!, Renny eres un crack por todos lados.
¿Y qué decir de Farías? Poco se escuchan quejidos populares, todo se transformó en aplausos reiterantes. Mesura pido por demás, claros hay que estar, más allá de la fiesta nacional, que el trabajo debe continuar.
II
                Corazón Vinotinto patrio, sentimiento nacional, aun en mis oídos suele retumbar, el grito de gol que estoy seguro a todo el país hizo exaltar. Y sonrío, por todo el apoyo que se ve en las calles, porque la Vinotinto es tema de conversación irremediable. Solo puedo esperar, que este sentimiento que ahora se puede escuchar, con el paso del tiempo se haga reiterar, que no desaparezca ante la penuria, que se haga vigente aun cuando se sufra… Y sonrío nuevamente, cuando varios de los más detestados son ahora los más adorados. Vizcarrondo de gran torneo, a los especialistas mundiales los ha dejado perplejo. Tomás Rincón, crack nacional, es de lo mejor que la Copa ha podido mostrar, ¡Como ha sabido resaltar el monstro del Hamburgo!, general de primera fila, de costumbre empedernida rendir a gran nivel, cuando a su país le toca defender.
                Quién no se haya movido desde lo emocional, al ver jugar a la selección nacional, o resulta ser de piedra o quizás un poco loco esta. No importa, consecución propia de apoyo, el éxito ahora es inminente, no nos hizo falta ser locales para en cuartos estar presentes, demostrando además, al mundo entero, que la Cenicienta de Disney, era tan solo un cuento.
Lisbm, Lizandro Samuel.

domingo, 10 de julio de 2011

Corazón Vinotinto.

                Es que no me canso de ver en todos los noticieros mundiales la tabla de posiciones con Venezuela liderando el grupo B, ese que se predicaba como el más complejo, ese que compartimos con el todo poderoso Brasil. Y es que anoche en el postpartido no recuerdo a nadie que hablara de política, de crisis económica, de delincuencia e inseguridad, ni siquiera los más fieles seguidores de nuestro fútbol recordaban las innumerables críticas lanzadas al seleccionador nacional Cesar Farías, a jugadores como Vizcarrondo, Reny, Juan, o Maldonado. Vamos, que hasta mis abuelos que de fútbol solo conocen al Maradona del 86, esta mañana de forma impelable me saludaron con la pregunta “¿Y que Venezuela está de primero?”.
              Gran poder social significa “La Vinotinto”, anoche todo fue algarabía y unión, se disiparon, al menos por una hora, problemas y diferencias, siendo esto verdadera gloria de consecuencia futbolera, la maravilla social del fútbol. Y perdonen si me equivoco, pero es que no recuerdo ni encuentro ningún símbolo nacional que nos represente y nos una tanto desde lo cultural, un corazón verdaderamente Vinotinto, el latir de un país, un fenómeno socio-cultural que quizás algún día aprendamos a usar en función de nuestra evolución como país.
                Me agradó, sí, me resulto una inmensa satisfacción ver a nuestra selección tan madura en todas las facetas del juego, quizás un 80% de lo que se quería plasmar se plasmó. Esa fue nuestra selección, el premio al trabajo y a la continuidad; más allá de que ha cometido errores es innegable que Farías supo trabajar y planificar, callando por consecuencia muchas bocas con la inminencia de estos resultados.
            Quizás ya estamos en la adolescencia. Ese bebé que nació hace muchos años, pero que recién empezó a crecer con la llegada de Pastoriza, que entró a una dulce niñez de mucho aprendizaje y avance de la mano de Richard, y que quizás ya está cuando menos entrando a la adolescencia de la mano de un Farías, al cual muchos aspectos se le pueden reprochar sobretodo en algunos tratos a la prensa, así como ciertas connotaciones ofensivas, que da a entender en ocasiones, mediante su discurso, pero que resulta evidente la forma en la que se preparó y se sigue preparando para dar cara a su cargo como seleccionador, e igualmente el estudio, trabajo, continuidad y coherencia para con su proyecto, que anoche dio uno de sus mejores frutos.
            Y la frase de Michelle Giannone que se divulgo como arroz vía twitter: “Reny Vega les manda saludos”, encumbra a la perfección lo que fue el rendimiento de figuras muy discutidas, que vienen con un permanente rendimiento en alza. Cuando una afición pedía a Orozco y al Chiqui (Este último muy solicitado de mi parte), ahora pocos le reprochan al cuerpo técnico el haberle dado continuidad a Arango y al Maestrico… Giancarlo Maldonado fue muy importante, me calló la boca, y esto jamás me hizo sentir tan alegre. Vizca por fin fue ese central que siempre ha destacado a nivel de clubes y con su rendimiento dio clara respuesta a varias mofas populares… ¿Vizcatonto quién?
              Por fin pude disfrutar de un combinado nacional que ante el advenimiento del triunfo no sufrió en los últimos minutos, no acabo pidiendo el tiempo, sino por el contrario acercándose al  2-0 y cerrando muy bien los espacios en zona2. Pero seamos realistas, enfrentemos esto con mesura que ya tiempo hubo para celebrar, nunca fuimos ni fue tan mala esta selección, ni ahora son ni somos tan buenos, simplemente se están recogiendo los frutos de un trabajo bien realizado.
             Farías ensayó a lo largo de su proceso y también supo escuchar (El doble “5” es prueba de ello), aun así el tema con la prensa debe solucionarse de parte y parte. El discurso y las acciones ofensivas deben acallarse un poco, dado que todo resulta más sencillo cuando el colectivo nacional tira para el mismo lado. Igualmente, e indistintamente de lo que suceda de aquí en adelante en la Copa (Personalmente tengo la sensación de que acabará siendo nuestra mejor participación), no podemos quedarnos solo con la evolución de nuestra selección, hay que seguir teniendo en cuenta todo lo que debemos trabajar en la cotidianeidad del balompié nacional.
              Por los momentos me alegra la unión colectiva para con el triunfo Vinotinto, la identificación nacional para con la misma, y la madurez que esta está demostrando en Argentina. Primero escuchamos y leímos que “Se sacó oro en la Plata”, ahora que “La Vinotinto SALTA a la punta” y lo que viene esperemos que sea el trascender como primeros de grupo, para confirmar que la Cenicienta se quedó en el mundo de Disney.
          Se ve Vinotinto, se escucha Vinotinto, se siente Vinotinto, eso debe ser nuestro país, adiós a esas transculturizaciones futboleras que conllevan a apoyos hacia selecciones ajenas, tratando de dejar de lado además esa constante del fanático venezolano que solo tiende a apoyar cuando su equipo gana. Hay que involucrarse siempre en el proyecto. Y mientras los medios internacionales hacen eco del momentáneo primer lugar de Venezuela, nosotros debemos mantener los pies en la tierra y seguir trabajando no solo en la selección sino en todo nuestro fútbol; pero a forma inmediata si eres venezolano y estás leyendo estas líneas o si viste el partido de anoche y escuchaste los ruidos típicos del triunfo posteriores al partido, espero que sientas el mismo orgullo que yo siento en este momento, ese orgullo-emocional que me lleva a afirmar que nuestro corazón es VINOTINITO.
Lisbm, Lizandro Samuel.

domingo, 3 de julio de 2011

Un punto de oro.

                Partidazo. Gran partido jugó nuestra Vinotinto, y como resultado  un merecido empate frente a los pentacampeones del mundo, ojo, solo merecido por la escasez de producción de ocasiones de gol, dado que incluso, por pasajes del segundo tiempo nuestra Vinotinto llegó a generar un poco más de volumen de juego en ofensiva.
                En general todos los jugadores nacionales realizaron un gran encuentro, tácticamente el partido fue bien manejado, físicamente todos estuvieron a la altura, psicológicamente nos lo creímos.
                La alineación y formación inicial me generaban dudas, menos mal que lo planteado por Farías resulto altamente efectivo. Los dos puntas fueron sinónimo de querer ganar el cotejo, ambos presionaban a los centrales brasileños entorpeciendo a su vez la salida de balón, el tema es que esto provocaba cierto alargamiento del equipo, dejando por consecuencia algunos espacios en zona media, provocando peligrosos manos a manos entre el tridente canarinho y la defensa venezolana, de los cuales más de uno a cabo con suspiros de alivio dentro del área chica.
                Al descanso Brasil pudo haberse ido con el 1-0 a favor, pero un gran Renny Vega (Que calló muchas bocas el día de hoy) y las fortuitas y salvadoras intervenciones de algún defensor nacional lo impidieron. Ya en el segundo tiempo los dirigidos por Mano Menezes no encontraban la forma de hacer valer su fútbol, se ralentizaron sus acciones, se entorpecio su traslado, ya no hubo desmarque, el uno contra uno fallo… soltaron a Dani Alves en ofensiva dejando innumerables huecos en defensiva y ante tal predictibilidad por algunos pasajes nuestra Vinotinto fue más.
                Alexander Pato nunca sintió la posición de “9”, se perdía por momentos limitando sus cualidades futbolísticas a una posición en la que jamás encontró la forma de desenvolverse con comodidad. Rincón, el mejor del partido a mi parecer, dio un despliegue físico impresionante, dando además salida al equipo, temple y pausa. El del Hamburgo es hoy por hoy el mejor jugador que tiene a disposición el seleccionador nacional, y este junto a Lucena encerraron a las aves Pato y Ganso en un corral del que en muy pocos momentos pudieron escaparse.
                Cesar González recordó porque le dicen “Maestrico”, dio clases se sacrificio, voluntad, inteligencia táctica, e inteligencia ofensiva a la hora de manejar la pelota, muy buen partido de uno que venía apagado desde hace rato. Mientras que por su parte Renny Vega dijo presente, de excelente partido, uno de los mejores de la cancha, demostrando que su titularidad no debe estar en tela de juicio (Aunque parece que la competencia, al menos mediática, le vino bien).
                Mucha paridad en un partido de mucha garra, en el cual por fin puedo decir que al menos el 70% de lo que se quería plasmar en el campo se logró, para el detalle quedan la falta de ocasiones de gol y los sustos iniciales que nos hicieron pasar los brasileños de la mano de un Neymar que como todo su equipo fue de más a menos; mientras que a nuestra Vinotinto hasta los cambios le salieron bien, sin desentonar, llegando inclusive a sumar.
Por contra cara, Mano Menezes ninguna solución encontró en el banquillo, cuando metió un verdadero “9” como Fred el problema estuvo en que la esférica no llegaba a zona3, y para cuando trato de corregir esto su equipo se encontraba demasiado desorganizado y escaso de ideas (Punto a favor de Tomas “El Grande”), solo llegando a causar peligro en los minutos finales del partido, típica situación emocional Vinotinto de ansiada al darse cuenta de lo que estaban consiguiendo.
La realidad es que se dieron muestras de que con una correcta preparación las cosas pueden salir bien, y resalto que más allá de aplaudir lo bien que se trabajó previamente a esta selección, está claro que esto debería ser rutina de cualquier combinado en nuestro balompié.
Desde el clima psicológico popular era como si nadie (Ni siquiera desde medios internacionales) dudara de un resultado positivo para la Vinotinto, siendo muchos los que apostaban a “sorpresa”. Personalmente puedo decir que estoy satisfecho, ya que dejando de lado los conceptos que suelo manejar de “intención”, “formas”, “maneras” y “matices”, me alegra haber visto una selección nacional que gano trabajando, mas  no sufriendo, no fue una obra de la casualidad este empate sino de la causalidad, se jugó bien, como se quería, y como se debía, se propuso el partido de la manera más conveniente, y con la madurez emocional de cada jugador las cosas salieron adelante, ahora solo queda rectificar este punto frente a ecuatorianos y paraguayos. ¡Vamos Vinotinto, hoy por hoy, todos nuestros rivales juegan contra 30.000millones de venezolanos! Y parafraseando una popular frase, ahora siempre caminarán acompañados.
Lisbm, Lizandro Samuel.