Los
que usan corbata deben tener claro los modelos, ya que decidir va más allá de
ver un currículo de éxitos. Los que usan corbata, deben de tener claro lo que
pretenden, deben escoger en base a las formas de trabajo y afianzar estilos;
luego, los que usan micrófonos, juzgarán la eficacia, los que pegan gritos,
dirán si les gusta o no. Como sea, el modelo puede salir bien o no tan bien, lo
importante es: SABER LO QUE SE QUIERE.
El
Caracas tiene la base y los primeros pisos del edificio en la cantera. Lo tiene
claro Philip, quien además, pretende vender a cada una de esas figuras a clubes
extranjeros, si es posible, cada vez más grandes.
Un
club formador, ganador, y vendedor, como mandan los cánones sudamericanos desde
que irrumpieron las billeteras europeas; entonces la reciente venta de Alexander
González y Josef Martínez, es ejemplo del paradigma novedoso para un fútbol tan
prostituido o descuidado en las bases como el nuestro. Junto a Aristiguieta,
quien sigue en el país solo gracias a las lesiones, son caras sobrevivientes de
un mar de talentos perdidos en el olvido o regados en el océano de otros
equipos; son ganadores de la carrera de obstáculos que los lleva a tomar de la
mano a sus hermanos sub18 y sub20 pero siempre de reojo, porque con una mano se
cuentan los que se llegan.
En, si se quiere, la mejor escuela
de fútbol del país, golpean el gong en cada parón, para que miles los chamos decididos
a formar parte de las plantillas sub20 y sub18 de, máximo 30 jugadores cada una,
suden por un puesto en las mismas, mientras que los que ya están en estas,
aprieten el paso para rozar la fruta más alta del árbol, pasando quizás por el
filial.
Se
suman los cientos de jugadores que suelen presentarse en los Try Outs, donde se
aprecian más caras largas que sonrisas. Así el grito de valentía, constancia,
talento, perseverancia, ¿y por qué no decirlo?, algún apoyo especial, más la
palmadita del D.t de turno, construye el filtro de jugadores que selecciona a
los “elegidos”.
El
modelo del Caracas, generó suspicacia, y ha sido juzgado de poco ambicioso deportivamente;
aun siendo palpable que varios de sus jóvenes tienen mejor formación y
rendimiento posterior que algunos ya consagrados en otros clubes; de este modo,
suelen pelear y/o dominar, al margen de la primera división, la Segunda A, nacional
sub20 y sub18, y hasta las interregionales; jactándose, casi siempre, de
talentos con menor edad de la acostumbrada en la categoría.
La
venta de las dos perlas, los muestra migrando de la capital aún verdes, con
mucho por mejorar y corregir, aunque curiosamente con aptitudes y actitudes bastantes
para ser de lo mejor en la liga local. Ambos prometen, siendo ejemplos de un
CLUB, para bien o para mal, muy contra cultural, que deja además un recado a la
afición: “No se encariñen mucho, que pronto los vendemos”
De interés: Carta Suicida
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