domingo, 26 de agosto de 2012

Zonas II



“Esto es así” o “Esto se hace así”, son dos de las frases que más me revuelven el estomago, pues desde lo más profundo de mis entrañas cobra mayor fuerza cada día una creencia que me asegura que ninguna verdad es absoluta, todo es discutible, cada persona tiene su realidad y si vamos a lo que nos incumbe, en el fútbol, es más que trillado decir que: “cada técnico tiene su librito”.
             
Hace algún tiempo publiqué una nota explicando una división zonal del campo en tres bloques (Zona 1; 2 y 3) dejando la promesa al aire de que en un futuro ahondaría más aún en dicho asunto. Hoy, para riqueza nuestra (Mía y suya, lectores), tras conversaciones con el laureado D.t Saúl Maldonado (No necesita presentación) expongo otra división, quizás hasta más ortodoxa y en la que se muestra más detalladamente las formas de ocupar el espacio en un campo de fútbol.
Como ven, las zonas propuestas se denominan 1/4 (zona1); 2/4 (zona2); 3/4 (zona3) y 4/4 (zona4). Dejando claro, por si a las dudas, que el restos de los principios expuestos en la nota anterior, alusivos a los momentos del juego (ataque, defensa, transición ataque-defensa y transición defensa-ataque) mantienen su total validez.
Como ven en la imagen superior, el campo posee a su vez dos divisiones momentáneas en función al lugar en el que se encuentre la pelota: zona fuerte y zona débil. Se entiende como la primera el lugar en el que se está jugando el balón y por ende la zona (En ese momento) más poblada del terreno de juego; mientras que la zona débil es por consecuencia, la porción del terreno de juego en la que no se está jugando la pelota y por consecuencia la menos poblada.

Sin ánimo de ahondar mucho en este concepto (Ya lo haré en notas futuras), conviene aclarar que el uso y la transición de una zona fuerte a una débil, es la clave bajo la que se duerme una expresión tan trilla por los periodistas de nuestro fútbol: “generar sorpresa” u otra como “abrir el campo”, acción que consiste en trasladar el balón de una zona fuerte a una zona débil, para generar ¿sorpresa?

Para cerrar, expongo una división más exacta del terreno de juego.
Aquí se muestran 8 divisiones que podrían nombrarse, por ejemplo, 1/4 de zona fuerte, zona 2 de zona débil, 3/4 de zona débil o zona 4 de zona fuerte, por mostrar alguna denominaciones viables.

Estos 8 espacios, cada D.t busca la manera de que su equipo los ocupe en función a la idea de juego que quiera plasmar y a los conceptos que debe ejecutar para realizar la mismas. Conviene recordar, para finalizar, que el campo de fútbol es uno sólo, con medidas preestablecidas, todo muy concreto, pero las palabras son miles, muchas muy abstractas, por ende cada D.t es libre de manejar, crear, armar o desarmar sus propios paradigmas, al fin y al cabo dicha profesión se basa en la originalidad para trabajar.

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