viernes, 25 de octubre de 2013

Aprendizaje en el mundial sub17

Me gusta pensar que la vida no es para soñar, sino para despertarse. Muchos hablan de cumplir sueños, y me pregunto: ¿cómo cumplirlos si se pasa tanto tiempo dormido, fuera de la realidad? Creo más en colocarse metas, a las cuales se accederá previa escala de objetivos específicos. Cada objetivo planteado debe ser puesto con los pies en la tierra y con un análisis objetivo de los recursos de los que se dispone. No creo en fracasos, ni en problemas; a mí entender, ambos son eufemismos de objetivos mal planteados.

Querer no siempre es poder; aunque, también es cierto que mientras mejor se trabaja, más probabilidades habrán de lograr lo planificado. Hay muchas cosas fuera de nuestro control las cuales pueden intervenir en la ruta trazada hacia nuestra meta; un plan de acción siempre tendrá variables más o menos inesperadas. El fútbol es la magnificación de todo esto, siendo uno de los pocos deportes en los cuales la victoria no depende exclusivamente del trabajo propio, sino también de lo hecho por el rival. Dante Panzeri explicó en Fútbol: dinámica de lo impensado, que en otros deportes individuales el atleta compite en contra de factores externos –el tiempo, la distancia, entre otros– pero en el impredecible fútbol, se tiene el hándicap de que el rival puede –y de hecho lo hará– despojar al otro equipo de su herramienta de trabajo: la pelota.

Esto le da un carácter especial al deporte rey, y quizá por eso lo sea: el balón simula los caprichos de la vida, lo místico, lo inentendible. Por tales razones, técnicos exitosos como Pep Guardiola, se han negado en reiteradas ocasiones a prometer títulos, pues los mismos no son fruto exclusivo de la voluntad o de, como se suele pensar en este país, sentirse superior o igual al rival. La motivación es un recurso muy valioso, que por sí solo únicamente conduce a objetivos mal planteados.

Una de las lecciones que seguramente deberá aprender Rafael Dudamel en su evolución como entrenador es (Y me perdonan el lugar común) la de ser dueño de su silencio para evitar ser esclavo de sus palabras. Eso sí, no caigamos en el flagelo desmedido: en este país ese error lo cometemos todos con una frecuencia alarmante. El fútbol nos sigue dando lecciones de vida.

La presencia de la sub17 en el Mundial, ya por sí sola representó un hito exitoso, el cual honra la genética talentosa del venezolano: en una inferioridad escandalosa de recursos (Sí, sí, duela o no, somos inferiores en recursos en relación a otros países) se siguen alcanzando gestas históricas. Quizá, en otros lados, una clasificación a un mundial juvenil se consideraría una utopía teniendo las falencias que nosotros tenemos.


La reflexión, por ende, debe ir encaminada a mejorar; no sólo estos chicos, cuyo roce mundialista los curtirá de aquí al futuro, sino nosotros como país futbolero –qué como país en general también–. Desde la Comisión de Torneos Nacionales deben de plantearse mejorar la estructura de las competiciones juveniles –hace sólo días se anunció la postergación del Torneo Nacional Interclubes, porque la mayoría de los equipos aún no había realizado los fichajes pertinentes– y desde los equipos deben de proponerse una mejora en cuanto a recursos físicos y humanos para la formación de los futbolistas profesionales del mañana. Tal como explicó Dani De Oliveira, otrora seleccionador sub15, hay clubes que aún mantienen en su fútbol base entrenadores con mentalidades muy arcaicas y cuya idiosincrasia parece imposible alterar. Alguna vez escribí que asusta ver como en algunos lados se obliga a chicos de 10 años a dar vueltas al campo antes de entrenar y recuerdo, por ejemplo, como hace poco en curso de fútbol formativo dictado, aquí en Venezuela, por entrenadores del Inter de Milán, algunos entrenadores de aquí se asombraron al percatarse de como todos los trabajos planteados eran con balón. Sí, nos falta mucho, pero ese no debe de ser el pensamiento; la conclusión debe ser: tenemos un inmenso margen de mejora. A trabajar.

6 comentarios:

  1. Lizandro muy buen articulo.... Como dices al final se debe is avanzando y mejorando; pero mas inportante avanzar y movernos hacia el futuro; dejar las ideas arcaicas que pudieron funcionar en el pasado pero todo eso ha evolucionado. Con respecto a este tema recuerdo cuando practique futbol estando joven; es como tu dices muchisimo trabajo sin balon; correr; trotar; etc... Ahora es totalmente distinto; mi hija juega futbol; y yo he sido ciach voluntario; cuando nos dieron las charlas y el entrenamiento basico para llevar el equipo; todos los ejercicios incluyen el balon; pueden correr alrededor del campo pero con el balon en los pies; todo lo que hacen es con el balon... Luego lo fisico es aparte pero lo importante es el balon.
    Por ultimo y no menos importante felicitar a los muchachos del sub-17; se que muchas cosas cambiaron desde el sudamericano pero igual han logrado mucho; Tu los dices en tu articulo. Esperemos que esto sirva de aprendizaje y se avance un poco mas y no quede como una lejana memoria...
    Luis

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    1. Hoy en día, incluso a nivel profesional, casi todos los equipos a nivel mundial realizan entre el 80 y 90 % de su preparación con balón; el resto son trabajos de gimnasio, pliometría, etcétera.

      De acuerdo con tu comentario, Luis. Gracias por la constancia. Un abrazo.

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  2. La calidad técnica mostrada en el torneo clasificatorio es una muestra del enorme potencial de estos chicos, hay jugadores interesantes pero que les falta madurar mucho, un ejemplo puntual puede darse con los cambios habituales de Dudamel, Herrera y Pinto, el primero tiene físico pero poca visión de juego, mientras que el segundo tiene buenas destrezas con el balón pero carece de lo mismo, un jugador tan desequilibrante como Pinto, si es capaz de hacer paredes sería un jugador mortal para cualquier defensa, sin embargo solo corre como caballo desbocado a probar suerte.

    Fuera de los errores que pudieran mencionarse en la preparación y quizás posibles problemas dentro del vestuario, lo que quizás puede destacarse es que no estudiamos como se debía, todos nos tenían el pulso medido y eso no es obra de la casualidad, Venezuela salió a lo mismo y con una convicción menor al clasificatorio y eso nos paso factura.

    Ojala los años no pasen en vano por esos jóvenes y dentro de unos años veamos un progreso real en la sub 20 y no un espejismo de su nivel en la sub 17.

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  3. Efectivamente hay muchas cosas por corregir en cada jugador, tengamos en cuenta que es una categoría sub17, es normal. El proceso formativo del jugador cierra a sus 24 años, ni te cuento la cantidad de cosas que les quedan por aprender a estos jugadores en los siguientes 7 años. Esperemos continúen su formación de la manera más prolija posible.

    Gracias por sumar al blog. Saludos.

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  4. Hola, como siempre, excelente artìculo, es difìcil clasificar a un mundial, y es loable el trabajo de Dudamel y sus muchachos. Con una limitante en cuanto a desarrollo de futbolistas en este paìs, parecìa que la ausencia de Ponce, Marrufo y la dolorosa de Peña, presagiaban la catàstrofe en este Mundial. Sin embargo, espero que estos chicos logren desarrolarse completamente y le den alegrìas a nuestro paìs en los futuros años.

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    1. Esperemos que así sea, Melomano. Un saludo, gracias por sumar al blog.

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