domingo, 28 de abril de 2013

Psicología de campeón


Haber nacido en el año 1997, en Venezuela, y amar el fútbol, tiene sus ventajas. Con seis años de edad, la primera selección que empezaron a seguir por televisión fue la de Richard Páez. Otros más grandes hablarán de viejas canciones o películas en blanco y negro en las cuales destacan numerosas goleadas adversas; para un chico del año 1997 eso suena a prehistoria.
                
Cuando empezaron a ver fútbol de manera consciente (Por ahí con once o doce años), ya habían vivido el boom de celebrar una Copa América en casa y se topan con la primera clasificación a un mundial FIFA masculino; ven en los noticieros goles de libre directo de Juan Arango, mientras en las calles se consiguen con consignas que aúpan a asistir al estadio. Gestas históricas en la Copa Libertadores, como las del Táchira, Estudiantes y Caracas, se las vendieron como rutina.
             
Siendo del año 1997, a diferencia de las generaciones anteriores, se dan cuenta, ya con doce o trece años, de cómo pueden llegar a vivir del fútbol; entonces, en la edad de inicio de una carrera profesional (Catorce o quince años), se encuentran frente a una selección Vinotinto semifinalista de la Copa América. Para los nacidos en el 97 muchos éxitos de nuestro fútbol no han sido excepciones sino norma.
                
Estos jóvenes, quienes ya han clasificado al Mundial de su categoría, representan la brecha generacional entre aquellos que vieron fracaso tras fracaso, los testigos del crecimiento, y ahora ellos, una generación actual de imberbes, los cuales han conocido y conocerán las épocas de mayor triunfo Vinotinto; es natural, por consecuencia, que los mismos tengan otra manera de actuar y pensar, e incluso, otro grado de madurez mental.
                
Tener a una insignia del crecimiento de la selección, en el banquillo, dirigiéndote, ha de ser una experiencia sensacional, pues incluso alguno de los porteros año 97 del país, tendrá como ídolo al hoy D.t de la selección de dicha categoría. Pese a esto, es injusto reducir las claves del éxito a este tipo de temas; sobre todo, teniendo en cuanta el gran trabajo ejercido por Rafael Dudamel.
                 
Ciertamente, la más reciente camada de entrenadores también trae otro tipo de formación. Son aquellos formados bajo la sombra de los Richard Páez, Carlos y Saúl Maldonado, Chita Sanvicente, Lino Alonso, Cesar Farías, Raúl Cavalleri y compañía; y por si fuera poco han vivido los éxitos de los mismos y visto como entrenadores jóvenes (Eduardo Saragó, por ejemplo) se hacen hueco en nuestro fútbol a punta de un buen trabajo.
                
Rafael Dudamel, es heredero de una serie de mejoras en cuanto a la formación de directores técnicos, y sus pupilos han heredado la consciencia colectiva de un “sueño llamado Vinotinto”.
                
Innova, innova Dudamel, porque en un fútbol cargado de repeticiones y de miedo a salirse de la norma, él decide jugar con línea de tres. En cinco años, en nuestra liga, habrá centrales quienes puedan y sepan jugar con tres o cuatro defensas; hoy no los hay.
                
Innova, porque acaba con el victimismo que nos caracteriza, y lo deja claro cuando ni él, ni sus jugadores, sufren en demasía teniendo el marcador en contra, e igual juegan cuando en el ambiente previo se percibe o ansía una victoria, como cuando se siente una derrota. Innova, porque en honor a la frase de Sacha Guitry (“Un hombre inteligente se repone pronto de un fracaso. Un hombre mediocre no se repone nunca de un triunfo) gestiona ánimos con notable pericia.
                
La sub17 de hoy difiere mucho de la sub20 mundialista; para llegar a aquella clasificación se sufrió demasiado, hoy se caminó con la certeza del trabajo bien hecho, de tener los recursos y de sentirse capaces sin creerse superiores.
                
El Gloria al Bravo Pueblo retumbará dentro de algunos meses en un escenario mundial, pero desde el sabor del éxito presente, luego de felicitar a todos los involucrados en el proceso actual, siento como una obligación agradecer y reconocer los años de trabajo de aquellos quienes contribuyeron a que esta generación se formara viendo éxitos nacionales. Me imagino a un hombre de tez clara, gordo y canoso, cual San Nicolás, regalando esfuerzos y pequeños logros no sólo en diciembre, sino durante todos los meses y por muchos años; el miércoles veinticuatro de abril del 2013, debió estar sentado frente a su televisión con el corazón muy acelerado, y recordando, mediante una lágrima, tantos muchachos quienes a la misma edad de esos que hoy son noticia, pasaron por su mano. El fútbol es así, Lino Alonso nunca podrá jactarse de haber clasificado a una selección sub17 a un Mundial, pero estará orgulloso y satisfecho, pues si alguien abrió el camino para gestar este triunfo fue él. Celebremos recordando a todo aquel quien comió tierra para que estos chicos puedan cumplir en sueño de muchos: jugar un Mundial de fútbol.
Para leer: Él y ella

6 comentarios:

  1. Vi todos los juegos de la Sub 17 y dejame decirte que en los años que he visto selecciones y futuros Crack Vinotinto esta es sin duda una refrescante ofrenda de jugadores jejeje... No puedo estar mas orgulloso a diferencia de la sub 20 que solo vi a Martinez y a Añor dar el 100% de sudor a nuestra camiseta... Es que hablar de esta generacion de vinotintos clasificados es hablar de Peña, Ponce, Maceira, Beycker Velásquez, Marrufo, Caraballo, La Mantía, Hernandez y son los que en este momento recuerdo, que grato y emocionante es escribir estas lineas y pensar que es lo que posiblemente pueda escribir si la seleccion Mayor clasifica al mundial por primera vez en la historia.

    Lo malo: La linea de 3 al fondo planteada por Dudamel para defender mas que estrategico me parece osado. A los jugadores les falta Disciplina.
    Lo bueno: La Vinotinto Sub 17 a demostrado ser la generacion mas dura de vencer y como no decir tambien, la mas concentrada, amen entonces por el orden, amen por El medio campo y delantera, amen por el toque, (Aunque fue demostrada en los juegos anteriores y no con este juego contra Argentina).

    No me queda otra que felicitar a nuestra Vinotinto y a usted Sr. por su gran Articulo... Aunque extrañe tu enumeracion de punto por punto sobre las incidencias del juego

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    1. Sin duda es una gran generación de jugadores, e insisto con recalcar, al margen del talento de cada uno, la sana capacidad mental para competir que posee este grupo.

      En alusión a lo de la línea de tres, a mí, en lo personal, me encantó. Más teniendo en cuanta como la misma es despreciada por casi todos los equipos (Categorías formativas, inclusive) de este país.

      Para cerrar, Aleger, te agradezco las felicitaciones; y respecto a lo de mis "enumeraciones", pues pronto verás alguna nota de esas características. Je!

      Saludos, amigo. Gracias por pasar, leer y comentar.

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    2. Lizandro hablame un poco de que te parecio el arbitraje en este sudamericano???

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    3. Siéndote sincero, debo decir que no pude seguir el torneo como era debido o como me hubiese gustado; por ende, considero una irresponsabilidad de mi parte hablar del arbitraje cuando vi poco más de algunos partidos de nuestra selección.

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  2. Qué buen Blog, Lisandro. Mis felicitaciones!

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