miércoles, 16 de octubre de 2013

Oleaje Vinotinto

“Señores, quiero que cesen los rumores; yo no voy a dirigir a la selección”, esas supuestamente fueron las palabras del Chita en una reunión con todos los entrenadores del Caracas F.c allá en el 2007; cuando desde la cola hasta la nariz del Cocodrilos Sports Park circulaba la certeza de que Noel Chita Sanvicente, en ese entonces D.t del Caracas, sería el nuevo seleccionador nacional.

Rafael Esquivel, con la sapiencia de quien sabe manipular su entorno, le habría hecho una propuesta para el cargo ofreciéndole menos de la mitad de lo que ingresaba en el Caracas, y notablemente menos de lo que le ofrecería, días luego, a Cesar Farías.

Chita no es un técnico fácil, sobre todo por su tozudez en cuanto a los famosos proyectos. Pero si Chita no agradó a Esquivel por tales cuestiones, mucho menos encontrarían puntos en común el presidente de la FVF y algún técnico de renombre extranjero como Marcelo Bielsa, quien no vendrá a dirigir a este país no sólo por ser un técnico caro, sino porque, como explicó Ignacio Benedetti en alguna de sus notas, Bielsa ni se tomaría una café con nuestros dirigentes.

Mientras tales cavilaciones rondaban por la prensa local, Farías, al entrar a Pueblo Nuevo, aún no cicatrizaba las heridas provocadas por Sherly, quien en su programa de televisión logró incomodarlo –cosa nada complicada, cabe decir– en reiteradas ocasiones. Toda esa marejada debía tranquilizarse al menos por 90 minutos, pues hilos de fe unían a todos el país en la esperanza de, si no clasificar, al menos despedirse con un papel digno y haciendo los deberes al encajarle, mínimo, un 2-0 a Paraguay.

Pero la esperanza, que en este país se acaba más rápido que la harina de maíz, iniciaría su curva decreciente tras el 0-1. La grada, presumiendo su poder, empezaría a entonar cánticos en contra de un visiblemente contrariado Cesar Farías.

Y sí bien los insultos turbaron el oleaje con mayor intensidad luego del cambio de Alexander por Seijas, el zapatazo encajado por este último en la red defendida por Justo Villar desató un grito de gol en Venezuela tan profundo como si el mismo valiese el puesto al repechaje. En este país la bronca se drena en el deporte.

Justo Villar, quien ya mucho había embravecido las aguas locales, no volvería ser batido y quizá tampoco le mostraría su dedo medio a los hinchas ubicados detrás de su arco, como hiciera durante las semifinales de la Copa América Argentina 2011, en respuesta a los insultos venezolanos. Eso sí, tal como esa noche, obraría de justo al impedir más goles vinotintos, pues en sus manos se concentraba todo el poder de las deficiencias de nuestra liga, bendiciendo su arco bajo el mantra silente: “Hasta que no crezcan de verdad, no irán a un Mundial”.

El árbitro se encargó de hundir en silencio al estadio, no con un gol, sino al sentenciar el final del partido y el consecuente empate. Las cámaras buscaban a Juan Arango, emblema de la selección, ídolo nacional y el único sobreviviente de aquella primogénita generación comandada por Richard Páez, la cual nos hizo creer. Su “Tendré tiempo para pensar”, parecía ocultar la decisión ya tomada de una figura la cual busca el merecido sosiego. Los jugadores se despiden entre aplausos; son reconocidos por los aficionados quienes descargaran todo su odio hacia la arrogante figura de Cesar Farías quien, como si llegase a su juicio, durante la conferencia de prensa se aferró a su abogado: un papel con todas las estadísticas de la selección. Con una melancolía, confundida con calma, respondió a cada pregunta, no sin torcer el rostro ante el interrogatorio de ciertos periodistas, como al de Daniel Prat, de El Nacional. Cesar sabe quien le tira, y Esquivel también, quizá por eso la libertad de expresión ha tratado de abolirse a lo largo de este proceso, dando prioridad a ciertos medios y atacando a los que discrepen de sus ideas.


Así está todo, un oleaje embravecido con voces de fondo clamando por la cabeza de Farías. Cada venezolano hoy, desde la hipérbole de su discurso, juega a ser director técnico. La FVF luce por su silencio mientras se dedica a repudiar cualquier manifestación en su contra –pancartas en los estadios, protestas públicas y críticas de medios– dándole más importancia a eso que a las cuantiosas deudas de equipos hacia jugadores. En fin, un oleaje muy turbio y muchos días a favor, como para apresurarse a tomar decisiones. Se debe pensar, reflexionar. El camino puede ser favorable, pero todos los miembros de este fútbol, desde los hinchas hasta los dirigentes, debemos de encontrar en la introspección las respuestas más acertadas. Cuando las olas se calmen será tiempo pare decidir.
Para leer: E-pistolarios

4 comentarios:

  1. Las aguas se calmaran, la gente olvidara todo lo que sucedió estas eliminatorias y todo seguirá siendo lo mismo... yo pienso que la federación lamentablemente ratificara a farias como DT.

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    1. Hasta donde sé es la intención de Esquivel. Como sea, te cuento que ese ha sido mi pensamiento varias veces, pero siempre algo o alguien me recuerda que este fútbol sí tiene dolientes. Esperemos lo mejor.

      Saludos.

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  2. Muy buen articulo como siempre Lizandro...
    De acuerdo contigo en el sentido que hay que reflexionar; tal cual caceria de brujas se busca lo primero que hay y se arremete en contra. En este caso Farias; que si bien ha tenido tanta culpa como muchos; pero eso es otra historia.
    Dices todo lo que es cierto; para cambiar hay que pasar desde los fanaticos/hinchas hasta la FVF; pasando por equipos y medios de comunicacion.
    Con respecto a lo de los tecnicos extranjeros; creo que aparte del costo es la perdida reputacion a la que expondrian. Por ejemplo; no creo que Bielsa se vaya a arriesgar su reputacion cuando sabe como es el futbol local... Creo que muchos tecnicos les importa su reputacion y que pueden agregar a su historial como exitos. Sobre todo tecnicos de alto nivel y reputacion.
    Siempre de acuerdo contigo en cuanto una vez se resuelvan todas las carencias del futbol local (equipos endeudados; jugadores que no cobran; infraestructura caotica; falta de asistencia) y emrumbarse a un mejor espectaculo. Yo personalmente creo que todo el entorno busca lo instantaneo para sentir felicidad momentanea ya que en el caos que se vive no existe una felicidad o tranquilidad constante.
    Se debe hacer la pregunta; para mejorar el futbol se debe clasificar a un mundial primero? o mejorar el futbol local primero para entonces clasificar a un mundial?
    Como comente en un pasado; todo el que aprende pasara el examen; pero no todos los que pasan el examen aprendieron. Esperemos que todo lo sucedido sirva para mejorar; y en vez de estar pendientes de pancartas se este pendiente del futbol.
    Gracias Lizandro por tan buen blog; que bueno es aprender siempre un poco mas...

    saludos;
    Luis

    p.s: Por cierto que opinas de la idea respecto a crear una liga de futbol que funcione como la liga profesional de basket o beisbol; also lei respecto a eso. Y si mal no me equivoco (corrijeme si es el caso por favor) varios paises lo tienen como España (algo como que la federacion no maneja la liga local pero son los mismos equipos)

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    1. De acuerdo contigo, Luis; y gracias a ti por sumar siempre al blog y ayudarlo a crecer.

      En cuanto a lo de la liga independiente, también he leído sobre eso en los últimos días. No sé mucho y por ende no podría darte mucha información al respecto, ni de la liga que se está planificando ni de eso que dices de como manejan su liga, en cuanto a temas legales y federativos, otros países; lo que sí te puedo decir es que, por ejemplo, en España, la liga de fútbol profesional es de la Federación de ese país, pero no sé cómo se organiza.

      Ahora bien, en mi opinión nuestro torneo sí debería de ser cambiado, sobre todo la estructura de la competición; pues la misma, a mi gusto, atenta en contra de la calidad del torneo y de la preparación de los equipo que vayan a competir a torneos extranjeros. Ojalá se dé un cambio. Saludos.

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