martes, 1 de noviembre de 2011

Relatos nunca televisados.


    
Los pinceles nunca han pintado estos cuadros. No hay voz afanada en los micrófonos, que emita melodías sobre héroes de estos relatos, o guitarra que acomparse el ritmo agitado, veloz y fugaz, de una época en demasía linda. El cine, se hace esquivo a sus ideas, y las palabras, jamás forjaron sus letras para crear épicos escritos o libros alusivos a lo nunca visto. Solo quizás, en algún momento, de la mano de la hipérbole, llegaron a rozar la calidez de este tema, cuando desde Asía, nos llegó ese rostro del “Capitan Tsubaca”, que aún reposa en la memoria de toda mi generación, por efectos de la traducción, como “Súper Campeones”.

               
Le dedican canciones a los “más grandes”, héroes de revista, nos elevan al éxtasis las gambetas de Messi, se pintan cuadros con las jugadas de Iniesta, contamos relatos sobre un tal Gerard Pique, y le hablamos a los más chicos de lo que fue Ronaldinho, un tal Zidane, y ese que llamaban “gordito”, pero que se burlaba de todos con sus goles. Nos ahogamos en la marketing de patrocinantes, es obvio, que cuando una gran publicidad sale en la pantalla chica, está por crearse un nuevo icono social.
                
Pero nadie, nunca jamás, nos dice las historias detrás del telón, el dialogo antes del guion, el acné antes de la barba o el sostén relleno antes del edén. Es cuando no hay fotógrafos, ni se dan notas o entrevistas, cuando en la grada ves sin problema alguno a tu madre o novia, al amigo de tu amigo con el perro de tu vecino, cuando la inhalación muta en tierra, y el calor o el frío, llegan a su máxima expresión, esa etapa donde compaginas muchas cosas con el juego, es ahí donde está la magia del deporte, del fútbol, donde se viven historias épicas, condenadas a nunca ser contadas.
                
La “Mano de Dios” sería una mofa al lado de millones de anécdotas que se viven cuando viajamos por el camino de juveniles. Una gota de saliva en la almohada es un deseo de gloria, en esa boca abierta ávida de comerse al mundo. El premio mayor, a veces, es un vaso de agua, y jugar en la oscuridad de un club sin sponsors, resulta una amplia prueba de supervivencia.
                
Algunos se ponen la de “Un grande”. Son hormigas corriendo en el caucho de la grama artificial durante los Try Outs del Caracas F.c, con destino de ser aplastadas, todas, salvo una que supo correr más rápido, u otras que tiene al dueño del hormiguero viéndola en la tribuna.
                
Y con el paso del reloj, y la caída de las hojas del calendario, son más las caras conocidas que ves, con el tiempo, son muchas las que de la misma forma dejas de ver. Y millones de infidelidades son confesas bajo el frio del agua cayendo sobre la espalda, miles de diabluras son narradas al calzado de unas cholas impermeables, cientos de problemas, confesiones o relatos de amores duermen en la cabecilla del autobús de viajes.
                
El destino es cruel. Los cantos de sirena también. Terminan entendiendo que de un filial y una base con 90jugadores, suben 6 y se quedan 3 por año, solo 1 o 2 llegan a la palestra.
                
Ese monstro voraz lleno de hambre, devora todo a su paso. Nos roba al tiempo, nos cachetea y procura aplastar sin piedad a la vanidad, de paso, el yugo de la competencia se ha de tolerar sin el sustento económico que el fútbol puede dar, solo con la promesa, no, la ilusión que a futuro todo habrá valido la pena.
                
Te formas, está claro, son vivencias únicas, hasta más valiosas que las de un salón de clases, no en vano Einstein dijo: “No entiendo como la curiosidad sobrevive a la educación arreglada”
                
“Estas loco” es una frase con la que convives a diario, total, el mundo del fútbol profesional se te hace tan surreal que tus padres insisten con una carrera y ya no hallas la manera de mandar a la puta madre al próximo que te salga con “¿Por qué no estudias educación física?”
                
Obvio, siempre está el de talento, de rápida evolución, ojo no siempre es el primero que llega. He estado en vestuarios con más de un futuro “Ronald Vargas”. El ego, el descuido, las tentaciones, el pique, la desgana, la famosa “rosca”, el colega de al lado, o el no querer volver a levantarse atentan contra una posible llegada a la meta. Escuchas la vos sobrada de ese cuyo papá conoce al Presidente del club. A veces, el solo hecho de ingresar a las bases de un equipo profesional y disputar torneos nacionales, es un éxito, cuando desde la parte interna del asunto, ves en cada receso post torneo, a más de 500 chamos probando suerte, a la espera de quitarte un puesto, con otros 100 que son la interferencia entre tú y tu llegada a arraigar en primera división.
                
“Dadme una palanca y os levantare el mundo”. En algunos momentos es una herramienta más que necesaria para seguir, más aún cuando los de al lado la utilizan.
                
Es tu hermano y somos una familia, pero con él mismo compites por seguir subiendo de categoría. No, a mí no me firmen el balón con el que anotó un golazo Kaká, no quiero ver un camiseta firmada por el Lobo Guerra, ni que me narren cuestiones sobre un tal Giancarlo Maldonado… ¿Quién es ese “Rey”?... A mí, nárrenme y cuéntenme las epopeyas más grandes del fútbol, nárrenme historias de juveniles. 
Lisbm. Lizandro Samuel.


2 comentarios:

  1. ...de Lanús.

    "dejar de vivir"... ¿No será mucho?
    El fútbol es el deporte más espectacular que se haya inventado. Y flaco, no te das una idea de cómo mejora ese espectáculo cuando realmente deseás que gane uno de los dos equipos. Es más simple de lo que pensás.

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  2. el camino al éxito tanto en la vida como en el fútbol es épico, nada es regalado, todo se sufre pero luego se disfruta, lo cierto es que quien piensa que está de pie, debe cuidarse de no caer, La santa Biblia lo dice sin tapujos y es bueno tomarlo en cuenta... Buen análisis, crudo, irónico pero cierto.

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