Los
pinceles nunca han pintado estos cuadros. No hay voz afanada en los micrófonos,
que emita melodías sobre héroes de estos relatos, o guitarra que acomparse el
ritmo agitado, veloz y fugaz, de una época en demasía linda. El cine, se hace
esquivo a sus ideas, y las palabras, jamás forjaron sus letras para crear
épicos escritos o libros alusivos a lo nunca visto. Solo quizás, en algún
momento, de la mano de la hipérbole, llegaron a rozar la calidez de este tema,
cuando desde Asía, nos llegó ese rostro del “Capitan Tsubaca”, que aún reposa
en la memoria de toda mi generación, por efectos de la traducción, como “Súper
Campeones”.
Le
dedican canciones a los “más grandes”, héroes de revista, nos elevan al éxtasis
las gambetas de Messi, se pintan cuadros con las jugadas de Iniesta, contamos
relatos sobre un tal Gerard Pique, y le hablamos a los más chicos de lo que fue
Ronaldinho, un tal Zidane, y ese que llamaban “gordito”, pero que se burlaba de
todos con sus goles. Nos ahogamos en la marketing de patrocinantes, es obvio,
que cuando una gran publicidad sale en la pantalla chica, está por crearse un
nuevo icono social.
Pero
nadie, nunca jamás, nos dice las historias detrás del telón, el dialogo antes
del guion, el acné antes de la barba o el sostén relleno antes del edén. Es
cuando no hay fotógrafos, ni se dan notas o entrevistas, cuando en la grada ves
sin problema alguno a tu madre o novia, al amigo de tu amigo con el perro de tu
vecino, cuando la inhalación muta en tierra, y el calor o el frío, llegan a su
máxima expresión, esa etapa donde compaginas muchas cosas con el juego, es ahí
donde está la magia del deporte, del fútbol, donde se viven historias épicas, condenadas
a nunca ser contadas.
La
“Mano de Dios” sería una mofa al lado de millones de anécdotas que se viven
cuando viajamos por el camino de juveniles. Una gota de saliva en la almohada
es un deseo de gloria, en esa boca abierta ávida de comerse al mundo. El premio
mayor, a veces, es un vaso de agua, y jugar en la oscuridad de un club sin
sponsors, resulta una amplia prueba de supervivencia.
Algunos
se ponen la de “Un grande”. Son hormigas corriendo en el caucho de la grama
artificial durante los Try Outs del Caracas F.c, con destino de ser aplastadas,
todas, salvo una que supo correr más rápido, u otras que tiene al dueño del hormiguero
viéndola en la tribuna.
Y
con el paso del reloj, y la caída de las hojas del calendario, son más las
caras conocidas que ves, con el tiempo, son muchas las que de la misma forma dejas
de ver. Y millones de infidelidades son confesas bajo el frio del agua cayendo
sobre la espalda, miles de diabluras son narradas al calzado de unas cholas impermeables,
cientos de problemas, confesiones o relatos de amores duermen en la cabecilla
del autobús de viajes.
El
destino es cruel. Los cantos de sirena también. Terminan entendiendo que de un
filial y una base con 90jugadores, suben 6 y se quedan 3 por año, solo 1 o 2
llegan a la palestra.
Ese
monstro voraz lleno de hambre, devora todo a su paso. Nos roba al tiempo, nos
cachetea y procura aplastar sin piedad a la vanidad, de paso, el yugo de la competencia
se ha de tolerar sin el sustento económico que el fútbol puede dar, solo con la
promesa, no, la ilusión que a futuro todo habrá valido la pena.
Te
formas, está claro, son vivencias únicas, hasta más valiosas que las de un
salón de clases, no en vano Einstein dijo: “No entiendo como la curiosidad
sobrevive a la educación arreglada”
“Estas
loco” es una frase con la que convives a diario, total, el mundo del fútbol profesional
se te hace tan surreal que tus padres insisten con una carrera y ya no hallas
la manera de mandar a la puta madre al próximo que te salga con “¿Por qué no
estudias educación física?”
Obvio,
siempre está el de talento, de rápida evolución, ojo no siempre es el primero
que llega. He estado en vestuarios con más de un futuro “Ronald Vargas”. El
ego, el descuido, las tentaciones, el pique, la desgana, la famosa “rosca”, el colega
de al lado, o el no querer volver a levantarse atentan contra una posible
llegada a la meta. Escuchas la vos sobrada de ese cuyo papá conoce al Presidente
del club. A veces, el solo hecho de ingresar a las bases de un equipo profesional
y disputar torneos nacionales, es un éxito, cuando desde la parte interna del
asunto, ves en cada receso post torneo, a más de 500 chamos probando suerte, a
la espera de quitarte un puesto, con otros 100 que son la interferencia entre
tú y tu llegada a arraigar en primera división.
“Dadme
una palanca y os levantare el mundo”. En algunos momentos es una herramienta
más que necesaria para seguir, más aún cuando los de al lado la utilizan.
Es
tu hermano y somos una familia, pero con él mismo compites por seguir subiendo
de categoría. No, a mí no me firmen el balón con el que anotó un golazo Kaká,
no quiero ver un camiseta firmada por el Lobo Guerra, ni que me narren
cuestiones sobre un tal Giancarlo Maldonado… ¿Quién es ese “Rey”?... A mí, nárrenme
y cuéntenme las epopeyas más grandes del fútbol, nárrenme historias de
juveniles.
Lisbm. Lizandro Samuel.
...de Lanús.
ResponderEliminar"dejar de vivir"... ¿No será mucho?
El fútbol es el deporte más espectacular que se haya inventado. Y flaco, no te das una idea de cómo mejora ese espectáculo cuando realmente deseás que gane uno de los dos equipos. Es más simple de lo que pensás.
el camino al éxito tanto en la vida como en el fútbol es épico, nada es regalado, todo se sufre pero luego se disfruta, lo cierto es que quien piensa que está de pie, debe cuidarse de no caer, La santa Biblia lo dice sin tapujos y es bueno tomarlo en cuenta... Buen análisis, crudo, irónico pero cierto.
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