lunes, 10 de septiembre de 2012

It’s time to change (Previa Paraguay-Venezuela)

Basta ver un mapa, o pasear un rato por Táchira, para darse cuenta de la cercanía entre Colombia y Venezuela, de hecho, la historia y el día a día nos ensalza como “hermanos”, casi hasta en el dialecto coloquial o en las telenovelas que televisoras de ambos países suelen intercambiar; incluso nuestro vecino país, suele ser, uno de los destinos preferidos para los turistas nacionales. Es allí, en esa nación, cuya bandera guarda cierto parecido con la nuestra, donde en un lugar llamado Carolina del Príncipe, nace el 9 de agosto de 1979, un bebé que 40 años luego, es conocido, sólo, como Juanes.
               
Y a Juanes le gusta el fútbol, incluso, al hacer memoria se le recuerda cantando en la gala del sorteo al Mundial de Alemania 2006, para que tan sólo un par de años más tarde, enseñara al mundo un tema musical en el que no paraba de entonar: “es tiempo de cambiar”.
                
Colombia, de la mano de Pekerman, entendió el mensaje de una de sus figuras más emblemáticas y estudiando los recursos de los que disponía el plantel, decidió tomar un estilo más propio a su cultura y que los ayudase, dentro del campo, a inclinar más las probabilidades a favor.
                
¿Por qué? ¿Por qué en esta sociedad se ve tan bien la obstinación? ¿Cuántas veces te has negado a asumir un cambio? ¿Cuántas veces te has sentido atado a tus ideales? Como si la vida nos casara con ideologías y valores que son como la ropa, nos sirven nada más que durante un tiempo…
                
De hecho, parte del éxito del PepTeam, se debe a la capacidad de Guardiola de evolucionar constantemente a su equipo, cada vez, gracias a las exigencias, con más frecuencia.
                
El modelo de juego de la selección, más que gastado, se antoja predecible e ineficaz y esto es más sencillo decirlo tras la derrota con Perú y con “el diario del lunes” en la mano, pero conviene recordar que estas falencias se vienen sintiendo desde hace rato, llegando, incluso, a su punto más álgido en el partido frente a Uruguay, en el cual, más allá de lo positivo del punto, sigo sintiendo que se desperdiciaron recursos…
                
Lo de que cada “D.t tiene su librito” aburre en su reiteración y lo de que cada D.t puede hacer ajustes en el mismo, ronda la evolución. Sino pregúntenle a Richard Páez: “Hay un Richard con una filosofía de juego bien marcada, pero que entendió que puede haber ajustes”
                
Que obvio suena ahora, exclamar esa sensación vacía de “necesidad” que se duerme en pieles venezolanas y paraguayas, mientras que como para darle un toque más bélico al asunto nunca faltará el que exclame: “se juegan la vida” (Vamos que es sólo fútbol), aunque, curiosamente, desde los laboratorios Vinotintos, el timonel del barco, no ha insistido esta vez con proclamas de guerra, de hecho, se ha alejado de los micrófonos.
                
Algo puede estarse maquinando, y a luz de los hechos y de la inteligencia de Cesar Farías, se resguarda un punto de esperanza que determine, al menos, la intención de adoptar formas más útiles y convenientes, pues de lo contrario se sufre la amenaza de seguir tropezando con la misma piedra.
                
Los recursos de Paraguay, con el balón, si se quiere, son casi igual de escasos que los de Venezuela, razón por la cual, si la reiteración de caminos se repite, se prevé un partido de esos que hacen bostezar hasta al más fiel de los hinchas.
                
Seguir ahondando en las debilidades del sistema empleado, es redundar, igual, me amparo nuevamente, en las palabras de Richard Páez: “Venezuela buscaba dejar, con una doble línea de cuatro, su arco en cero, y con esa propuesta se corre el riesgo de lo que pasó, que te sorprenden en una jugada, te hacen el gol y se va abajo el plan defensivo. Es muy difícil manejar el partido por completo sin pensar en el arco contrario”.
                
La alineación, sigue, al menos para el público, bajo el manto de la espesa neblina pues a las bajas del partido anterior se le suma la de Gabriel Cichero;  eso sí, quizás en modo utópico, quiero creer en la intención de que en el seno más profundo del cuerpo técnico, se recuerde a ese viejito de pocos y muy alborotados cabellos blancos, que entre su compartir de sabiduría al mundo, un día exclamó: “si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”



2 comentarios:

  1. excelente amigo completamente de acuerdo, siempre leo tus análisis y debo decirte que cuando vi el planteamiento del equipo contra peru lo primero que pensé fue que se iba a juagar al pelotazo, para mi farias se debe ir es un tipo prepotente y juega a sus intereses con una mentalidad conformista como bien apuntas en el partido contra uruguay, lo mas increible de todo es que muchos medios lo excusen algo que simplemente no comprendo, asi no se puede llegar al mundial, no se puede ganar un partido esperando una falta o un tiro de esquina y que los defensas hagan los goles, entonces me pregunto para que convoca a los delanteros, debería preocuparse por que le lleguen balones limpios a salo y generar mas fútbol, buen fútbol, bueno sigue adelante con esta gran pagina saludos desde San Cristóbal tierra de fútbol

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  2. Mil gracias por tus palabras.

    Sólo me queda acotar, ya que haces alusión a la prensa, lo llamativo que me resulta el exitismo barato que vende, cierto sector, y la facilidad al apoyo totalmente ciego, cual hinchas, de algunos medios. Ahora inclusive tras la derrota, la demagogia parece estar moda, bien sea a favor del cuerpo técnico, o en oportunismo a su derrota. Conviene mirar hacia adelante, pensar, estudiar y analizar.

    Gracias por seguir el blog y por todo el apoyo.

    Saludos.

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