lunes, 18 de abril de 2011

El Ángel Maldito.

            
La gambeta hecha jugador, el driblig hecho persona, la chispa, encerrada en 175cm de altura. Lanza un caño, y otro más, a veces al mismo jugador, como si no entendiera que en lenguaje futbolístico esto es considerado una burla, o una falta de respeto; es que no es cosa de burla cuando va 3-0 el partido, es simplemente su estilo. Ronald Vargas, el orgullo de Guatire, porque basta con hablar con cualquier habitante de esa tierra para denotar su profunda admiración hacia el actual jugador del Brujas de Bélgica. Le pega con las dos piernas, cabecea, gambetea, pasa en corto, cambios de frente, se mueve bien en los espacios; tiene cosas de extremo, maneras de enganche,  algunas veces movimientos de centro delantero, un jugador completo, y cuyas esporádicas apariciones con la Vinotinto, han despertado el clamor popular. El Guatireño se ganó a su tierra, pretende ganarse a su país, y quizás al mundo.
            El Robben de Venezuela, diría yo, si bien son jugadores distintos, simplemente se me antoja un paralelismo al hablar de ambos. Salvando las distancias, los dos son muy queridos en sus respectivos países, y cuando se ponen la de la selección, cada hincha nacional espera alguna actuación llena de utopía, para luego darse cuenta de que su ídolo sí cumple, claro con actuaciones más reales de las que pueden llegar a conformar la mente de sus seguidores. Juegan a nivel de clubes 3 partidos, 5goles, lesión por 6meses. Sí, probablemente estoy exagerando, pero es que sin que físicamente de esa sensación, el Angel Venezolano pareciera estar hecho de cristal, fino y delicado, brillante sí, pero que al más mínimo toque se rompe.
            Desde el punto de vista de negocio, para ningún club es algo muy funcional un jugador de estas características, aunque con la fantástica efectividad con la que Ronald juega al fútbol, me parece que todos estos problemas bien pueden quedar atrás, en cuestiones anecdóticas sobre su carrera, esperando, claro está, que ninguna de estas lesiones lo defina de forma limitante.
            La última caída, por ahí a principios de febrero, cuando en los medios nacionales solo se hacía notar las acciones de Miku y Rosales, los goles de Salomón, y las magníficas actuaciones de Vargas. Era para muchos la principal carta ofensiva de cara a la Copa América, tras la temporada que venía realizando Argentina debía ser su consagración, era el momento de graduarse, pero por cosas del destino, un fuerte lesión llevo al Ángel del cielo, al infierno, sí, quizás este exagerando, es probable que tan solo haya estrellado en el pavimento.
            Nació el 2 de diciembre de 1986, y quizás por haber nacido en diciembre suele celebrar los goles con los brazos bien abiertos, simulando, ¿Por qué no? Las alas de un magnifico ángel. Da las gracias al cielo, como agradeciendo a su señor por haberle dado las alas para desplegar su fútbol, pero sobre Ronald, recuerden siempre, nació el 2 de diciembre, no el 24, no es el Niño Jesús, y si bien con sus gambetas nos ha regalado mucha estética para la retina, y con sus goles mucha pasión para el alma, resulta ser que el Ángel, pareciera a veces estar maldito, contradicciones de la vida aparte, entre aquello ya lejano del doping, y las lesiones que siempre lo han acompañado, pareciera que lleva junto a su don, una maldición, es como si su señor, cada vez que le agradece al cielo por marcar un gol, le mandara un desafío mayor, para mostrarle al fútbol que este Ángel de la gambeta, si puede volar, y muy alto. No es el Mesías, pero seguramente muchas más alegrías dará a nuestro fútbol algún día.
Lisbm. Lizandro Samuel

1 comentario:

  1. estoy de acuerdo ronald no ha dado todo lo que de el se espera por lass multiples lesiones de su carrera esperemos que cesen de una vez por todas estas lesiones y de lo que se espera de el sobre todo a la vinotinto...

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