viernes, 8 de abril de 2011

Identificación.


Bien lo dijo alguna vez el profe Richard Páez, en  Venezuela parece que trabajamos con la pirámide invertida, pretendemos ir de lo más grande, a lo más chico, pretendemos trabajar desde la selección, hasta los clubes,  cuando debería ser al revés.
            Mucho he comentado en este blog, sobre las dificultades, y problemas, que desde mi humilde óptica, ahorcan a nuestro fútbol. Varios han sido los artículos, publicados, en los que enfatizo sobre la mala administración y dirigencia que azota nuestro balompié, más siento que es hora de ver la otra cara de la moneda…
            Es muy fácil, pedir, desde el punto de vista del fanático, seguidor, aficionado, o hincha, determinadas situaciones, reacciones, o acciones, pero para exigir, hay que dar, y con todo respeto para quien pudiera ofenderse, no es mucho lo que el aficionado común da, cuando se palpa más de la mitad de los estadios de primera división a menos de un 40% de su capacidad, jornada tras jornada. ¡Ojo! No hago alusión al hincha, al verdadero hincha, que siempre a poya a su equipo, ese que grita los 90min desde la grada; esas barras, que convierten el estadio en un verdadero infierno para el conjunto visitante, y es que quien no ha ido a un Caracas-Táchira o viceversa, aún no sabe lo que es disfrutar del espectáculo cultural del fútbol. ¡Pero vamos! Que si bien, es mucho el vuelco que se genera en la población, hacia la Vinotinto, seria lindo, ver alguna vez, que todas esas personas llenaran domingo tras domingo, todos y cada uno de los recintos dispuestos a la práctica del fútbol de primera y segunda división. ¡Es que seamos sinceros! Si tan solo la mitad de las personas que en nuestro país, siguen con vehemente expectación, el máximo evento deportivo-socio-cultural de este planeta, es decir, el Mundial de la FIFA, siguieran con la misma pasión, y hasta con un poco menos, nuestras categorías de oro y plata, sin lugar a dudas tendríamos un balompié mucho más rico.
            Está claro, que el paquete de entretenimiento que muchas veces puede ofrecer la producción nacional, no es ni comparable con el que se ofrece en las mejores ligas del mundo, de hecho, algunas veces, está por debajo del promedio sudamericano; y en esto influyen muchos factores, que van desde la falta de infraestructura, hasta la indiferencia federativa para con este asunto, pasando, por la cobertura de los medios de comunicación, el cuidado de los estadios, los problemas extra-cancha, etc., etc., etc. Más aun así, no deja de indignarme, como muchos VENEZOLANOS, pueden criticar con ardua displicencia nuestro balompié, si ni siquiera, han pisado un estadio de fútbol nacional, alguna vez en su vida.

            ¡No nos limitemos a apoyar a la selección! Pidamos y exijamos una mejoría, pero vayamos a disfrutar del fútbol que realmente es nuestro, y démonos cuenta de lo bueno, maravilloso, y apasionante que es. Es que como amante del fútbol que soy, es obvio, que disfruto de ver los mejores encuentros en todo el mundo, pero me niego a preferir un Barsa-Madrid a un Caracas-Táchira. ¡Siempre envidiamos lo de afuera! ¡Maldita idiosincrasia la del venezolano! Preguntémosle a un Argentino que le despierta más pasión, si un Inter-Milán, o un Boca-River… El fútbol, no solo debe crecer desde lo organizado (Quizás muy poco puede hacer el aficionado en ese sentido), también debe crecer desde lo cultural, y esto, solo lo puede hacer posible el hincha. Claro, hago alusión a un concepto que alguna vez denote en mi artículo: “Seriamos Japón, seriamos Brasil, seriamos… ¡La Gran Venezuela!”: “El fútbol es arte, el arte es cultura, la cultura nace en la sociedad, la sociedad la conformamos todos, entonces, el fútbol es el reflejo directo (Para bien y para mal) de la sociedad que lo practica”. 

            En este sentido, la poca identificación que muchas veces se genera con los habitantes de cada región hacia el equipo local, es algo, que viene muy marcado en la manera de ser de los venezolanos; ¡fíjense! Muchas veces, compramos productos en el extranjero, cuando bien podríamos producirlo nosotros mismos… ¿Escases de leche? ¿Es que las vacas en Venezuela están en peligro de extinción? Digo, ¿Pocos aficionados en el estadio? ¿Es que no existe identificación nacional para lo que significa el fútbol? Para nada, cosa que certifico, cuando denoto índices televisivos altísimos, de la Liga de Campeones de la UEFA, así como de las principales ligas europeas. ¿Falta de cultura? Vamos, que si bien este deporte empezó a gestarse de modo muy cerrado en el país (Me refiero a sus orígenes en los colegios católicos), hoy por hoy, en las calles se juega mucho, pero mucho fútbol, y se habla de beisbol, aunque también de fútbol, pero extranjero, en su mayoría.

             Es fácil para muchos relatar la alineación titular del Chelsea (Ejemplo), pero les cuesta mucho, cuando se les pregunta, por el Petare, Real Esppor, Trujillanos, Zamora, Mineros, etc. Y esto, realmente es algo muy doloroso. Existe, en general, una falta de identificación del venezolano hacia su propia tierra, ¿será entonces momento de usar el deporte para corregir ciertas valencias culturales? Es decir, si en Sudáfrica se pudo combatir el apartheid con el Rugby, creo que no es descabellado pensar que podríamos usar el balompié, para fortalecer nuestra cultura, y representarla además en el extranjero (Tengamos en cuenta que estamos hablando del deporte universal por excelencia. ONU: alrededor de 197 países afiliados. FIFA: 207 aproximadamente.).

             Como sea, y ya para finalizar, pienso, que para exigir hay que dar, así que cada ciudadano, que sueñe, y quiera ver a Venezuela en un Mundial, en la cancha, domingo tras domingo, debe estar, ese su pequeño granito de arena será, el resto, a los dirigentes, jugadores, y técnicos lo deben dejar, ¡pero recuerden! A apoyar, el fútbol nacional.

 

Lisbm. Lizandro Samuel.

 

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