Los Euro-Venezolanos.

          

Dicen que cuando guerreros de otros reinos, piden alojo en patrias extranjeras, es sinónimo de crecimiento y de honor, es síntoma del deseo de satisfacer el merecimiento de gloria a través de relaciones que ayuden a ambas partes. “Ganar-ganar” diríamos en el mundo de los negocios.

              

Y que tras el sonar de las campanas de sorpresa en Argentina, ruido que impactó solo a algunos, otros ya lo esperábamos, la flauta de aquel trillado personaje que encantó a los niños, suena hoy con la misma melodía para atraer a repatriados. Pero es algo de ambas partes, porque desde los puertos nacionales, Farías y sus colaboradores, alzados sobre un mástil, con binoculares en mano, y el apretado calor de las eliminatorias, ven hacia mares lejanos en busca de ADN conocido, suficiente para reforzar a las tropas Vinotinto.

               

Qué la patria no se defiende en el fútbol, es algo que de seguro ya hemos escuchado. Aunque el frío escala por los pies trabajadores del gremio de jugadores en Venezuela. Todo pasa por un tema de oportunidades que se diluyen ante cierta preferencia o moda por hacer sonar la ocarina ante aquellos que nunca se desayunaron con una arepa o una buena empanada de cazón.

                

Y ciertamente ¿Qué importa si Amorebieta nunca ha comido hallacas en navidad?... Vino a aportar y lo está haciendo. Que sencillo es redactar estas líneas, pensaran ustedes, tras el gol y rendimiento que dejó frente a las tropas Sabellinas. Nadie se salva del juicio al escribir, así que bienvenido sea si desean aplicarlo. Tiene cosas que no hay en centrales de nuestro país, y un jalón de oreja para los formadores nacionales, condenados al oscurantismo mientras siguán llamando a los educados en el extranjero.

                

Seguro estoy, de que a más de uno, se le revolvió el estómago en ese momento. Radicales apasionados (Nunca he creído que el fanatismo sea sano), eternos conyugues del extremismo, inconocedores de los matices intermedios, brincos habrán pegado sus cabellos, cuando tantos extranjeros con raíces criollas, aceptaron venir, sobre todo por el oportunismo, vomito del morbo, que entre casualidades poco acepta y por conveniencia se respeta… Tras el cuarto lugar en la Copa América, cualquier decisión nacionalista es más fácil.

                

Sabias sean entonces las palabras del líder detrás del espectáculo, el mago del sacrificio, y religioso de la perseverancia. Dijo Farías en conferencia de prensa, que hay muchas cosas internas que no vemos. Está claro, la mayoría conocemos al atleta, no al humano, al equipo, no a la familia. Y si entre sonrisas, chalequeo y bromas se entretienen, si el recelo se quedó en la fantasía de los comunicadores sociales más amarillistas del país, y el rendimiento envuelve los tacos acostumbrados a gramados disimiles a los nacionales, ¿Qué importa si traen a Euro-Venezolanos?... Una bofetada de realidad recibe la mayoría de los centros de formación del país. Es que la publicidad de crecimiento es tan abstracta que lo que más luce es el vendedor y no el producto.

                

La selección duerme en el manto de la fuerza, solidez acompaña, y el rendimiento razona numéricamente la meta, tan imposible como creíble de que el Mundial sería una realidad… Un camino de 8 banderas multicolores es la distancia tan imprecisa de 3años, sentencia del juez tiempo, necesaria para determinar si se alquilaran las habitaciones de hoteles Brasileños. Todo en exceso hace daño, que los Euro-venezolanos sean traídos bajo los binoculares de la razón y no de la sensación.

Lisbm. Lizandro Samuel