sábado, 2 de abril de 2011

Por nuestro fútbol.


Por nuestro fútbol, es hora de dejar de un lado las vanidades, acabar con las casualidades, y empezar a trabajar las bases. Ya basta de escuchar “Hay que ir a un Mundial” cuando hay clubes que no terminan de pagar, y es que estoy harto de la falta de proyectos, es que siento un fuerte dolor en el pecho, cuando me hablan de los ineptos, que hambre hacen pasar, en el fútbol nacional, a nuestros cracks. Como se te puede amargar el día, cuando palpas la desdicha, de algunas divisas, bien sea Caroní, Estudiantes, A. Venezuela, o Zamora, ¡Es que este problema viene de otrora!, es así como me cuesta entender, que el organismo que preside el Sr. Esquivel, siga permitiendo, y dejando en cruel suspenso, la situación, de equipos como estos.
Si lo de Estudiantes viene de rato, ¿No es hora entonces de darle un parao?, digo, está claro que muchos jugaríamos en la elite sin cobrar, pero solo de ese disfrute el humano no se puede alimentar, y para comer y vivir bien, buen dinero hay que tener. ¡Es una indignación! Que trabajen con tanto pundonor, y no reciban el salario merecido a su sudor. ¿No les duele por ejemplo ver, como el Zamora, colista de otrora, hoy día, aun sin cobrar, en el liderato se han sabido acomodar? Jugando un fútbol espectacular, con un Meza que en la selección debería estar, pegando un buen baile a quien se le atraviese, estos chicos deberían recibir el sueldo que les deben y merecen.
Lo lamentable es, que la Federación esto siga permitiendo, lo triste es, que en la CONMEBOL esto no se vea como algo “horrendo”, y es que en vez de ocuparse de trivialidades, de trapos, y superficialidades, es en cosas como estas, en las que deberían emplear sus poderosas fuerzas. Aunque siendo sinceros, más triste aun es, que después de tantos años, sigan existiendo tantos, dirigentes tan insensatos, ¡o peor aún!, insuficientes de mentalidad, para las riendas del fútbol venezolano llevar.
¿Y así queremos ir a un Mundial? díganme que bebé camina antes de gatear, digo, si bien mucho progreso hemos conseguido, en cosas básicas aún estamos muy primitivos, pareciera ser entonces, que el golpe final, para esto terminar de lanzar, en las bases esta, pero preferimos, cual arquitecto de rancho venezolano, el último piso hacerlo, mucho más inmenso que el primero; pero ¡ojo!, que ante tan mala construcción, hará falta mucho menos que un aluvión, para en la calle dejar, a todo nuestro “fútbol”. ¿Y dónde conseguiremos refugio entonces? Me pregunto, ¿Cómo seguiremos avanzando a la postre? Señores dirigentes, por favor, dejemos de construir ranchos con TV satelital y hagamos una mansión, no pretendamos tener un Mazda, cuando no hay buen suelo en nuestra casa.
¡Y es que si algún ente importante de nuestro balompié me está leyendo! Que conste, que no son injurias lo que estoy profiriendo, simplemente, y como atesora el título de esta humilde prosa, les pido “POR NUESTRO FÚTBOL”, que trabajemos un poquito mejor, que hagamos las cosas con una conciencia mayor, que nos preparemos un tanto más, y entonces ¡Cada quien su papel a desarrollar!, es así como en unos años veremos, con tan buena materia prima de jugadores que tenemos, como nuestra humilde ranchada, se convierte en una inmensa casa, ¡Vamos! Que por algo hay que empezar, si queremos, parte del mundo, poder conquistar.
1/4/2011
Lisbm. Lizandro Samuel

1 comentario:

  1. Bueno como apasionado del fútbol y joven me identifico mucho con tus palabras y pensamientos. Tienes mucha razón, hay que empezar de abajo desde las canteras, pero con gente capacitada, con gente con mentalidad, hoy en día tenemos muchos talentos en nuestro fútbol pero todavía creo que le hace falta actitud, no basta con ser un crack, tienes que tener "Huevos" como dice Maradona. Por otro lado a los dirigentes les interesa mas el dinero que el progreso de nuestro fútbol, para ellos esto es un negocio y creo que eso esta muy lejos de cambiar, tendrán que llegar personas que de verdad quieran y sientan el fútbol a los cargos mas importantes de la FVF y clubes nacionales para que esto empiece a crecer de verdad.

    Roger A.

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