jueves, 14 de julio de 2011

¿Cenicienta quién?


                Y frente a Paraguay Disney cobró los derechos de autor, y frente a los guaranís toda Venezuela vivió en  un mágico esplendor.  Minutos finales agonizantes, la partida se hacía exasperante, maldita poca fe propia a más de uno nos hizo dubitar, bendito sean los grandes que el encuentro supieron remontar.
                Que quede para el recuerdo, como un canto de la Odisea, el gran Reny Vega, puso una magistral asistencia, el herido Perozo, con un testarazo maravilloso, en un grito de gol a todo un país excitó.
                Un partido de trámite, al menos para nosotros, que con la clasificación segura, ya estábamos cómodos. Paraguay salió a ofender, con su orden acostumbrado, dejando por consecuencia muchos huecos destapados. En un principio todo fue Vinotinto, pero con una maniobra un poco repetible, la partida se tornó un tanto predecible. Rojiblancos de guerra, soberanos de mil batallas, supieron aplicar sus armas en la pelota parada.
                El esquema se cambió, se buscaba resguardar, mientras que a otras figuras descanso se les debía dar. Fue un 4-4-2 clavado, dos extremos bien parados, con Salo de “11” al iniciar, Alex y Yohandry a las bandas se debían apegar. Por ende mucho juego lateral, solo roto por la calidad individual, que alguno de nuestros jugadores en algún momento supo aplicar.
                El Cafú no lo hacía bien, Di Giorgi lejos de aportar algo positivo estuvo ayer; y es que no busco ser reiterativo ni mucho menos destructivo, pero al “5” Vinotinto, le falta calidad, para la de la selección poderse enfundar. Inocencia en demasía, lentitud mental, ojala Giacomo me hagas callar, pero hoy tengo que afirmar, que en relación a Lucena, poco y nada pudiste aportar. Debo resaltar además, falta tonta que cometiste sobre el final, que con un tercer gol paraguayo nos lo hicieron pagar.
                De más está encumbrar la eficacia de los cambios que metió el seleccionador nacional, aunque a mi parecer Alex jugó demás… Con el balón parado nos herían con frecuencia, aspecto a trabajar por consecuencia.
                Pero vamos, que para llegar lejos hace falta de todo, y bien pudieron demostrar, los huevos que esta selección tiene para jugar. ¡Qué canten hados nacionales! ¡Que narren trovadores deportivos! No es el empate lo que nos resulta de alta estima, es la forma de consecución lo que nos llena de algarabía. Aquel gol de Rey de media cancha, aquel penalti dormido en las manos de Romo, los 8 goles en el mundial, un “Centenariazo” que jamás se podrá olvidar, debacle brasileña en Boston que siempre vamos a recordar, este partido entró al salón de la memoria popular.
                ¿Cenicienta quién?, históricamente en nuestro continente las diferencias de poder, desde lo administrativo te las dejan ver, maldita sea nuestra irreverencia nacional, el apodo de Cenicienta nos quedaba mal, ¡Vamos, que la Vinotinto se hace respetar!
                Y fue entonces, como el más criticado, el más odiado, hizo realidad aquella teoría que suele encumbrar: “del amor al odio solo hay un paso” perdón, deben corregir, ¡Solo hay un cabezazo!, Renny eres un crack por todos lados.
¿Y qué decir de Farías? Poco se escuchan quejidos populares, todo se transformó en aplausos reiterantes. Mesura pido por demás, claros hay que estar, más allá de la fiesta nacional, que el trabajo debe continuar.
II
                Corazón Vinotinto patrio, sentimiento nacional, aun en mis oídos suele retumbar, el grito de gol que estoy seguro a todo el país hizo exaltar. Y sonrío, por todo el apoyo que se ve en las calles, porque la Vinotinto es tema de conversación irremediable. Solo puedo esperar, que este sentimiento que ahora se puede escuchar, con el paso del tiempo se haga reiterar, que no desaparezca ante la penuria, que se haga vigente aun cuando se sufra… Y sonrío nuevamente, cuando varios de los más detestados son ahora los más adorados. Vizcarrondo de gran torneo, a los especialistas mundiales los ha dejado perplejo. Tomás Rincón, crack nacional, es de lo mejor que la Copa ha podido mostrar, ¡Como ha sabido resaltar el monstro del Hamburgo!, general de primera fila, de costumbre empedernida rendir a gran nivel, cuando a su país le toca defender.
                Quién no se haya movido desde lo emocional, al ver jugar a la selección nacional, o resulta ser de piedra o quizás un poco loco esta. No importa, consecución propia de apoyo, el éxito ahora es inminente, no nos hizo falta ser locales para en cuartos estar presentes, demostrando además, al mundo entero, que la Cenicienta de Disney, era tan solo un cuento.
Lisbm, Lizandro Samuel.

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