jueves, 28 de julio de 2011

Tomás el Monstro Conquistador.


           Empedernida costumbre rendir con la selección. Merecido reconocimientos mundial tras la Copa América. Tomas dejo la bandera nacional en suelo argentino clavada y bien alta, como diciendo “La Vinotinto estuvo aquí”, o no menos notable aún: “Y Tomás Rincón… también.”
          Con tan solo 23 años, el Monstro de Hamburgo, se erige como figura destacada de esta moderna selección venezolana, y si bien nada ni nadie es indispensable en la vida, frente a Paraguay y Perú quedo claro que al menos hallarle sustituto, resulta complicado.
         Empezó su carrera jugando de enganche, de buen pie, correctos pases, acostumbrando de forma agregada correr mucho, colaborar en defensa y tapar huecos, siempre haciendo gala de unas notables e innatas cualidades físicas. Con el paso del tiempo fue retrasando su posición, hasta quedar como una especie de volante mixto, siendo luego de su llegada a Alemania donde cerró su ciclo de metamorfosis evolutiva, convirtiéndose en un “5” puro, fuerte, aguerrido, gran marcador, buen pasador en corto, tiempista y con excelentes maneras al momentos de tener la esférica, ejerciendo como principal opción de salida en el juego de la selección. Un jugador completo, manejador de casi todas las facetas de juego. Tomás no es solo un obrero, es un crack.
           “El Monstro” venezolano, “Conquistador” patrio, nación el 13 de enero de 1988, en San Cristóbal, Venezuela. Debuto en primera división de la mano del Zamora F.c, y tras una gran temporada concreta su fichaje por un grande ubicado en su ciudad natal, el Deportivo Táchira, donde no alcanzo a jugar más de un torneo Apertura antes de que el Hamburgo alemán cerrara su traspaso.
         Debutó con la absoluta en el 2008, con Cesar Farías estrenándose como seleccionador nacional. Tres años y medio después, resulta innegable que ha sido uno de los grandes aciertos del cuerpo técnico actual.
                En Alemania siempre acaba dejando buenas sensaciones, bien sea jugando como lateral o volante derecho, o en su posición habitual, contención. A pesar de esto, no termina de consolidarse como titular, o inclusive como un fijo en las convocatorias de su equipo. Luego del torneo en Argentina (Su graduación futbolística), seguramente le vendrán mayores oportunidades con su club.
                Siempre rinde con la selección, no le recuerdo un partido discreto en la misma. Desde hace tiempo, inclusive la banda de capitán pareciera quedarle a la medida. Se hizo en votación, con la distinción de mejor jugador ADIDAS de la Copa América. Por rendimiento, actitudes y aptitudes, me da la sensación de que hay “5” y capitán para rato en nuestra selección.
       ¡Grande Tomás! Un “Monstro” del medio campo, un “Conquistador” venezolano. Sí, un grande. Ni las dos rojas, polémicas en exceso, sombrean su rendimiento. Ni el no tener goles con la absoluta, le resultara incomodo, él no está para esas cosas. Quizás, de haber llegado a la final de la Copa sería indiscutiblemente el mejor jugador del torneo. ¿Qué importa? Para toda Venezuela ya lo es. Y siéntanse seguros entonces, de que el número “8” de Venezuela, tiene dueño por muchos años, ah, denle chance, porque la banda de capitán… también.
Lisbm, Lizandro Samuel.


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