domingo, 10 de julio de 2011

Corazón Vinotinto.

                Es que no me canso de ver en todos los noticieros mundiales la tabla de posiciones con Venezuela liderando el grupo B, ese que se predicaba como el más complejo, ese que compartimos con el todo poderoso Brasil. Y es que anoche en el postpartido no recuerdo a nadie que hablara de política, de crisis económica, de delincuencia e inseguridad, ni siquiera los más fieles seguidores de nuestro fútbol recordaban las innumerables críticas lanzadas al seleccionador nacional Cesar Farías, a jugadores como Vizcarrondo, Reny, Juan, o Maldonado. Vamos, que hasta mis abuelos que de fútbol solo conocen al Maradona del 86, esta mañana de forma impelable me saludaron con la pregunta “¿Y que Venezuela está de primero?”.
              Gran poder social significa “La Vinotinto”, anoche todo fue algarabía y unión, se disiparon, al menos por una hora, problemas y diferencias, siendo esto verdadera gloria de consecuencia futbolera, la maravilla social del fútbol. Y perdonen si me equivoco, pero es que no recuerdo ni encuentro ningún símbolo nacional que nos represente y nos una tanto desde lo cultural, un corazón verdaderamente Vinotinto, el latir de un país, un fenómeno socio-cultural que quizás algún día aprendamos a usar en función de nuestra evolución como país.
                Me agradó, sí, me resulto una inmensa satisfacción ver a nuestra selección tan madura en todas las facetas del juego, quizás un 80% de lo que se quería plasmar se plasmó. Esa fue nuestra selección, el premio al trabajo y a la continuidad; más allá de que ha cometido errores es innegable que Farías supo trabajar y planificar, callando por consecuencia muchas bocas con la inminencia de estos resultados.
            Quizás ya estamos en la adolescencia. Ese bebé que nació hace muchos años, pero que recién empezó a crecer con la llegada de Pastoriza, que entró a una dulce niñez de mucho aprendizaje y avance de la mano de Richard, y que quizás ya está cuando menos entrando a la adolescencia de la mano de un Farías, al cual muchos aspectos se le pueden reprochar sobretodo en algunos tratos a la prensa, así como ciertas connotaciones ofensivas, que da a entender en ocasiones, mediante su discurso, pero que resulta evidente la forma en la que se preparó y se sigue preparando para dar cara a su cargo como seleccionador, e igualmente el estudio, trabajo, continuidad y coherencia para con su proyecto, que anoche dio uno de sus mejores frutos.
            Y la frase de Michelle Giannone que se divulgo como arroz vía twitter: “Reny Vega les manda saludos”, encumbra a la perfección lo que fue el rendimiento de figuras muy discutidas, que vienen con un permanente rendimiento en alza. Cuando una afición pedía a Orozco y al Chiqui (Este último muy solicitado de mi parte), ahora pocos le reprochan al cuerpo técnico el haberle dado continuidad a Arango y al Maestrico… Giancarlo Maldonado fue muy importante, me calló la boca, y esto jamás me hizo sentir tan alegre. Vizca por fin fue ese central que siempre ha destacado a nivel de clubes y con su rendimiento dio clara respuesta a varias mofas populares… ¿Vizcatonto quién?
              Por fin pude disfrutar de un combinado nacional que ante el advenimiento del triunfo no sufrió en los últimos minutos, no acabo pidiendo el tiempo, sino por el contrario acercándose al  2-0 y cerrando muy bien los espacios en zona2. Pero seamos realistas, enfrentemos esto con mesura que ya tiempo hubo para celebrar, nunca fuimos ni fue tan mala esta selección, ni ahora son ni somos tan buenos, simplemente se están recogiendo los frutos de un trabajo bien realizado.
             Farías ensayó a lo largo de su proceso y también supo escuchar (El doble “5” es prueba de ello), aun así el tema con la prensa debe solucionarse de parte y parte. El discurso y las acciones ofensivas deben acallarse un poco, dado que todo resulta más sencillo cuando el colectivo nacional tira para el mismo lado. Igualmente, e indistintamente de lo que suceda de aquí en adelante en la Copa (Personalmente tengo la sensación de que acabará siendo nuestra mejor participación), no podemos quedarnos solo con la evolución de nuestra selección, hay que seguir teniendo en cuenta todo lo que debemos trabajar en la cotidianeidad del balompié nacional.
              Por los momentos me alegra la unión colectiva para con el triunfo Vinotinto, la identificación nacional para con la misma, y la madurez que esta está demostrando en Argentina. Primero escuchamos y leímos que “Se sacó oro en la Plata”, ahora que “La Vinotinto SALTA a la punta” y lo que viene esperemos que sea el trascender como primeros de grupo, para confirmar que la Cenicienta se quedó en el mundo de Disney.
          Se ve Vinotinto, se escucha Vinotinto, se siente Vinotinto, eso debe ser nuestro país, adiós a esas transculturizaciones futboleras que conllevan a apoyos hacia selecciones ajenas, tratando de dejar de lado además esa constante del fanático venezolano que solo tiende a apoyar cuando su equipo gana. Hay que involucrarse siempre en el proyecto. Y mientras los medios internacionales hacen eco del momentáneo primer lugar de Venezuela, nosotros debemos mantener los pies en la tierra y seguir trabajando no solo en la selección sino en todo nuestro fútbol; pero a forma inmediata si eres venezolano y estás leyendo estas líneas o si viste el partido de anoche y escuchaste los ruidos típicos del triunfo posteriores al partido, espero que sientas el mismo orgullo que yo siento en este momento, ese orgullo-emocional que me lleva a afirmar que nuestro corazón es VINOTINITO.
Lisbm, Lizandro Samuel.

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