martes, 26 de abril de 2011

Entra en la recta final


            Por “a” o “b” nuestros torneos siempre suelen ser muy abiertos, hasta el punto de que la mayoría de las veces acaban definiéndose en la última fecha. Pareciera ser que este torneo Clausura no ha de ser la excepción. Las causas de esto, pueden ser muchas, y muy variadas, quizás pasan por la irregularidad de la mayoría de las divisas, siendo llamativo la posición de varios clubes en el torneo Clausura en relación con el Apertura, o la tabla general. Esto evidentemente pone en tela de juicio la competitividad positiva de nuestro campeonato, aunque está claro que esto pasa en gran medida por problemas extradeportivos. El Zamora, actual líder con 30pts. uno por en sima del Caracas, ha protagonizado un campeonato espectacular, desplegando un fútbol maravilloso, de la mano de su técnico “El Chuy” Vera, y de su principal figura Jesús “Chiqui” Meza (Resulta innegable su gran aportación colectiva e individual a la causa Barines). A pesar de esto no deja de ser llamativo, que el mismo club, hoy líder, acabase penúltimo en el Apertura, con tan solo 14pts. De esta forma, si se observa la general, el Zamora, actualmente está ocupando la casilla nº9 con 44unidades, lo que significa, que si el torneo fuese un campeonato largo, como muchas ligas europeas, evidentemente se pasaría apremiar con más justicia, al conjunto más regular, y no, al de mayor desembolso en la segunda mitad del año (Sin ser el caso de Zamora), o visto desde otro ángulo, se castigaría a aquellos conjuntos con numerosos problemas extra-cancha, haciendo evidente el hecho de que, con semejantes limitantes, no pueden mantenerse a un gran nivel todo el año.
            Salvo el Caracas, que también ha hecho mella de la irregularidad (No es de olvidar sus engorrosos inicios del apertura y clausura), el resto de los equipos ha protagonizado, en su mayoría, cambios radicales en sus posiciones, con respecto a uno y otro torneo, bueno, permiso también del Caroní, que tampoco ha variado mucho.
            Quizás un campeonato largo, signifique corregir muchos problemas, no lo sé, aunque sí me parece que la estructura de nuestras competencia deberían ser modernizadas y/o reformadas un poco, para garantizar también, la participación en torneos internacionales de los más aptos, y más regulares, tanto fuera, como dentro del campo. Es decir, ¿Se imaginan a Zamora en la próxima Libertadores? Está claro que no tiene el presupuesto para afrontar un torneo de semejante magnitud, ósea, ¿Y si en el octagonal se mete en la Sudamericana (Porqué esto es fútbol) un colista, que estuvo más cerca del descenso que de aspirar a las competiciones internacionales…?
            Hay muchas cosas que no acaban de convencerme respecto a la organización de nuestras diferentes categorías, y digo categorías, porque no es solo la de oro, la que me parece, debe variar. Pero en fin, no quiero despedirme sin hablar un poco de lo más importante, el fútbol; y es que a pesar de que el Caracas viene en gran momento, si se comparan los calendarios, me parece que a priori (Y con todo respeto) Zamora la tiene más accesible, aunque ojo, que en la última fecha se verán ambos, y a día de hoy, el golaveraje, no es muy equidistante entre ambos conjuntos (Zamora +18, Caracas +15). Me parece obvio, que cualquiera que salga campeón lo tendría muy merecido. Los de Barinas, por su maravilloso fútbol, muy (Aunque me duela) contra-cultural en los últimos tiempos, y los de la Capital, por su premio (Dentro de todo) a la regularidad… Y ¡vamos! Que en la final los espera un también muy irregular Táchira, que por ese mismo adjetivo que le acuñe, ignoro como llegara a la magna cita. ¡En fin! A disfrutar entonces, de nuestro, apasionantemente irregular, torneo.
Lisbm. Lizandro Samuel
            

viernes, 22 de abril de 2011

Tragedia Venezolana

-          Dos veces dicen que uno muere,
-          cuando se es futbolista profesional
-          yo a día de hoy he podido comprobarlo
-          en la más cruda de la realidad.
-          Y es que no fue una, ni siquiera dos, ni tres.
-          Fueron ya ha día de hoy muchas,
-          las veces que me mate.

I
-          Nací en San Cristóbal,
-          por cuestiones del destino
-          quizás la tierra más futbolera,
-          del país en el que vivo.
-          De chico por mi familia verán,
-          hincha del Táchira me supe formar.
-          Ya un poco más grandecito,
-          a ningún juego podía faltar,
-          fue así entonces,
-          como a la Avalancha Sur pase a formar.
-          Paradójicamente también
-          mucho fútbol jugué
-          y entre sueño de futbolista y de hincha
-          mi adolescencia pase

II
-          El destino quiso
-          que yo fuese bueno para ambas,
-          jugaba con la pelota,
-          y desde la grada cantaba.
-          Por no dejar,
-          cuando tuve la edad
-          a la sub17 del Táchira fui a probar.
-          ¡Maldita sea el destino!
-          Hoy sé recordar,
-          que fueron muchas veces,
-          las que me supieron rechazar.

III
-          El fútbol es así,
-          y por no formar parte del vecino de enfrente,
-          en el equipo de mi barrio
-          preferí seguir.
-          Un día, luego de un juego de Libertadores,
-          me viene a la Capital,
-          encaminado por un club
-          que me quería probar.
-          ¡Maldita sea el destino!
-          Otra vez me hizo mal,
-          Esteba la encrucijada,
-          ser futbolista profesional,
-          y desde la grada
-          no cantar más.
-          Te digo, mi familia,
-          a mí me convenció,
-          por cuestiones de dinero,
-          a mis amores abolir,
-          fue así entonces,
-          como de Rojo me pude vestir.
IV
-          No paso mucho tiempo,
-          antes de mi debut,
-          en primera división
-          y titular ¡Gracias a Dios!
-          Vi el Calendario
-          y sentí que estremecía,
-          cada vez más cerca
-          el clásico nacional
-          y en plena Libertadores
-          el Táchira jugaba los 8tavos de final.
V
-          A ellos les faltaba un punto,
-          para poderse coronar,
-          nosotros necesitábamos ganar
-          para poder aspirar
-          a la consagración nacional.
-          Yo consolidado,
-          era un referente,
-          ya Caracas y mi nombre
-          eran inherentes.
-          Llegó entonces
-          el momento de jugar,
-          estábamos en el Olímpico,
-          y Táchira quería celebrar,
-          el minuto 90
-          0-0 en la pantalla,
-          El árbitro pita un penal,
-          para nosotros los de casa,
-          ¡Maldita sea el destino!
-          Otra vez me jugo mal,
-          el profe voltio a verme,
-          ¡Yo lo iba a ejecutar!
VI
-          Juro por los Dioses
-          que ese día yo morí,
-          por tercera vez en mi vida,
-          me atrevo a decir.
-          No sé qué carajo pasó por mi mente.
-          Me maldigo a mí mismo por ser tan insolente.
-          Frente a frente,
-          yo con el golero,
-          doce pasos de nuestro encuentro,
-          ¡Pude fallarlo a propósito!
-          ¡Pude lanzarlo a lo Panenka!
-          ¡Hasta pude estrellarlo en el larguero con intensión!
-          ¡Oh Dios mío! Porque no lo bote
-          para luego pedir perdón.
-          En vez de eso,
-          quise ser gallardo,
-          y desafiando al mismo Diablo,
-          un golpe potente
-          a la redonda propine,
-          pero  sin dirección alguna,
-          para dejar claro así,
-          que el Táchira era mi equipo,
-          no los Rojos del Avila
-          como pretendían hacerme sentir.
-          ¡Jamás en el fútbol se vio algo así!
-          Es que la pelota por el lateral de la cancha…
-          …Fue a salir.
VII
-          Evidentemente mis compañeros me quisieron matar.
-          En la Capital fui odiado
-          y de homicidio me quisieron amenazar.
-          Fui entonces a mi pueblo,
-          con la triste esperanza
-          de empezar de nuevo.
-          Cuando el presidente del Táchira,
-          me vio venir,
-          una palmadita en mi espalda supo infundir,
-          me dijo entonces:
-          “Gracias amigo”
-          “Por ti fuimos campeones en el Olímpico”
-          “Pero te debo decir”
-          “No pienses ni siquiera jugar aquí”
-          “Tú no eres profesional”
-          “Y eso nos va a perjudicar”
-          “Ve a ver entonces muchacho que equipo te va a querer agarrar”
-          Maldita sea el destino,
-          lo vuelvo a repetir,
-          yo al Táchira di la Copa
-          y hoy no me quieren recibir,
-          ¡Maldita sea el destino!
-          Lo volveré a decir,
-          puse mi pasión por delante,
-          y solo me quedare aquí.
-          ¡Y es que de paso!
-          Ya retirado del fútbol,
-          a la Avalancha Sur quise regresar,
-          ¿cuál fue mi sorpresa cuando me vieron llegar?
-          “Tú en el Caracas jugaste”
-          “Aquí nada vengas a buscar”
-          “Te agradecemos por la Copa”
-          “Pero aquí no te queremos ver cantar”
Conclusión
-          Maldita sea el destino,
-          yo ya cinco veces he muerto
-          sin pasión ni profesión,
-          vaga mi alma y mi cuerpo.
-          ¡Maldita sea el destino!
-          Se los vuelvo yo a decir,
-          quizás muera otra vez,
-          ¿Quién me lo podrá decir?
-          El punto es claro esta vez,
-          y es que con mi rencilla,
-          no me queda más remedio
-          que otra causa defender,
-          es así entonces, como
-          a la Lotería del Táchira
-          ahora a muerte apoyaré

Lisbm. Lizandro Samuel 

lunes, 18 de abril de 2011

El Ángel Maldito.

            
La gambeta hecha jugador, el driblig hecho persona, la chispa, encerrada en 175cm de altura. Lanza un caño, y otro más, a veces al mismo jugador, como si no entendiera que en lenguaje futbolístico esto es considerado una burla, o una falta de respeto; es que no es cosa de burla cuando va 3-0 el partido, es simplemente su estilo. Ronald Vargas, el orgullo de Guatire, porque basta con hablar con cualquier habitante de esa tierra para denotar su profunda admiración hacia el actual jugador del Brujas de Bélgica. Le pega con las dos piernas, cabecea, gambetea, pasa en corto, cambios de frente, se mueve bien en los espacios; tiene cosas de extremo, maneras de enganche,  algunas veces movimientos de centro delantero, un jugador completo, y cuyas esporádicas apariciones con la Vinotinto, han despertado el clamor popular. El Guatireño se ganó a su tierra, pretende ganarse a su país, y quizás al mundo.
            El Robben de Venezuela, diría yo, si bien son jugadores distintos, simplemente se me antoja un paralelismo al hablar de ambos. Salvando las distancias, los dos son muy queridos en sus respectivos países, y cuando se ponen la de la selección, cada hincha nacional espera alguna actuación llena de utopía, para luego darse cuenta de que su ídolo sí cumple, claro con actuaciones más reales de las que pueden llegar a conformar la mente de sus seguidores. Juegan a nivel de clubes 3 partidos, 5goles, lesión por 6meses. Sí, probablemente estoy exagerando, pero es que sin que físicamente de esa sensación, el Angel Venezolano pareciera estar hecho de cristal, fino y delicado, brillante sí, pero que al más mínimo toque se rompe.
            Desde el punto de vista de negocio, para ningún club es algo muy funcional un jugador de estas características, aunque con la fantástica efectividad con la que Ronald juega al fútbol, me parece que todos estos problemas bien pueden quedar atrás, en cuestiones anecdóticas sobre su carrera, esperando, claro está, que ninguna de estas lesiones lo defina de forma limitante.
            La última caída, por ahí a principios de febrero, cuando en los medios nacionales solo se hacía notar las acciones de Miku y Rosales, los goles de Salomón, y las magníficas actuaciones de Vargas. Era para muchos la principal carta ofensiva de cara a la Copa América, tras la temporada que venía realizando Argentina debía ser su consagración, era el momento de graduarse, pero por cosas del destino, un fuerte lesión llevo al Ángel del cielo, al infierno, sí, quizás este exagerando, es probable que tan solo haya estrellado en el pavimento.
            Nació el 2 de diciembre de 1986, y quizás por haber nacido en diciembre suele celebrar los goles con los brazos bien abiertos, simulando, ¿Por qué no? Las alas de un magnifico ángel. Da las gracias al cielo, como agradeciendo a su señor por haberle dado las alas para desplegar su fútbol, pero sobre Ronald, recuerden siempre, nació el 2 de diciembre, no el 24, no es el Niño Jesús, y si bien con sus gambetas nos ha regalado mucha estética para la retina, y con sus goles mucha pasión para el alma, resulta ser que el Ángel, pareciera a veces estar maldito, contradicciones de la vida aparte, entre aquello ya lejano del doping, y las lesiones que siempre lo han acompañado, pareciera que lleva junto a su don, una maldición, es como si su señor, cada vez que le agradece al cielo por marcar un gol, le mandara un desafío mayor, para mostrarle al fútbol que este Ángel de la gambeta, si puede volar, y muy alto. No es el Mesías, pero seguramente muchas más alegrías dará a nuestro fútbol algún día.
Lisbm. Lizandro Samuel

viernes, 15 de abril de 2011

Y otra gesta histórica que no se dio.

            Platos en la mesa, cubiertos a los lados, servilletas bien puestas, las sillas acomodadas, y el comedor de la Libertadores, esperando a uno de los últimos invitados para la cena de 8vos. Los habitantes de la “Casa4” a última hora, aún no habían decido que pareja iría a tan majestuosa cena, y todo parecía indicar que Caracas, tan solo esperaba que un piedra-papel-tijera decidiera entre Vélez y la Católica quien lo acompañaría. Cual novia coqueta, montó una fuerte algarabía con sus amigos, para celebrar lo que parecía ya dado, su presencia casi segura en la “Cena de 8vos”, llamo a muchos panas para avisar, fue así como el estadio Olímpico se supo llenar. Pero empezó a preparase, primero la manicura, después la pedicura, no podía faltar el Spa, ni una pequeña soda para relajar. Se bañó y se vistió, sin advertir, la malicia que sus acompañantes podían infundir. ¡Oh Caracas! Pobre novia, te sentías tan segura, Pobre Rojo, te sentías tan poderoso, pero cuando pretendías celebrar, a la cena partir, ¡Cuando las puertas de tu casa pretendías abrir! Cuando cuenta te diste, sin remediar, que Vélez Sarsfield y la Católica, se te habían sabido adelantar, sí, los argentinos y chilenos se fueron emparejados, y te dejaron, vestido y acongojado.
            Mucho podríamos recriminar, que si el árbitro y la roja que pudo sacar, pero siendo sinceros, aún con la usencia de Cubero, los goles no cayeron, por las auto-complicaciones del cuerpo arbitral. Los goles, los tres inclusive, fueron errores puntuales, obstáculos letales, lanzas fatales, que al Rojo supieron herir, y aún ya casi muerto, jamás supo contradecir. ¡Lanzados al ataque desde el primer momento! Cuando Morales y Martínez, propusieron sus argumentos, los de Caracas, no supieron levantar y tras el 0-1, la muerte tan solo se hacía esperar. ¡Y es que ni los Dioses te acompañaron! ¡Oh Caracas te dejaron peor que a un león enjaulado! Cundo la fe, o al menos la mía, tan solo recaía, en que la Unión Española, en su partido, a la Católica frenara, quizás todo premeditado, quizás porque los Dioses no estaba con los Venezolanos, justo en el momento indicado, donde más daño pudo haber causado, se dijo en la transmisión: Católica gana, anoto el según gol.
            Pobres, oh pobre venezolanos, exclamaran en algún lugar lejano. Es que nada se podía hacer, ni en el Olimpo esto se podía resolver, no nos engañemos, fue tan solo un espejismo, no se debía pasar, es que si lo del Táchira fue de cabeza ocultar, lo de Caracas es para llorar. Pero caemos en la misma historia ahora, a veces sí, y a veces no, la cena de 8vos, viene de vez en cuando, y es que nuestros representantes tan solo acuden, cuando una gesta histórica se plantea con los dos pies sobre la tierra. El Caracas ha crecido mucho, pero desde nuestro fútbol se necesita mayor impulso. No existe la curva de crecimiento constante, hechos aislados entre sí, quizás un tanto semejantes. ¡Vaya! No quiero caer en redundancias, quizás mi canto, ya suene a melodía trillada, es que la respuesta a esta historia me parece, pasa, por la dirigencia inadecuada. Sí, sí, ya lo sé, estoy fastidioso con esta estrofa, parece que mi discurso quizás ya no tenga impronta, pero ¿¡Y qué!? Tíldenme de loco, encarcélenme en un manicomio, pero pienso así, y hoy por hoy, así lo he de sentir. Es que a la cena, ninguna divisa nuestra, tenía real invitación, ni Táchira que decepciono, ni Petare que repitió, ni Caracas que en su grandeza institucional, por ser de este país, no acudió. Siempre lo mismo, y queda preguntar ¿Pero ahora, que ha de faltar?, perece algo mítico, cuando se trabaja bien, y se hacen las cosas bien, pero el resultado sale al revés, y es que claro “La pelota no entra por casualidad”, Soriano supo asegurar, y es que claro, permítanme entonces darle la vuelta al centavo, y es que la pelota no deja de entrar por casualidad. Por favor, necesitamos crecer unidos, eso es lo que realmente falta, para cualquier gesta histórica dejar de anhelar, y que un verdadero crecimiento nacional, se sepa implantar, que una verdadera grandeza en nuestra fútbol podamos admirar, pero este resultado difícil será, si no se corrige lo diregencial.
            Bueno, bueno, en esto no quiero seguir ahondando, mejor cierro, del partido de anoche hablando. Dos frases en la transmisión, de un conocido argentino relator, me parece definieron todo lo sucedido: “Puede sentirse dichoso Vélez y Cubero” y luego “No supo encontrar soluciones” sobre caracas, haciendo alusiones. Dos puntos clave, está claro, primero una expulsión que no se ha dado, segundo, y esto no se puede permitir, con la solución, ni jugadores ni técnico han dado. Desde la cancha, ya en el 2do tiempo, me llegue a preguntar, “y es que si ni Jiménez piensa con cabeza fría ante la adversidad, la sinfonía del Caracas ¿Como respuesta pretende encontrar?” Está claro, determinante es el capitán, pero los nervios lo supieron encontrar, sobre todo al final. Y desde el banquillo, me parece solución tampoco pudieron hallar, confieso que los cambios, para nada me hicieron agradar, pienso yo, era hora de arriesgar más, sobre todo porque solo servía sumar, y el 0-3 daba igual, a una goleada monumental, ya no había nada que perder, así que más fichas debieron poner, era momento del “All-In”, en póker sabrían decir. Bueno, otro año más, en que ninguna divisa venezolana estará en la cena de los 8vos de final, lamentable, triste, monótono, siendo esto último lo más horroroso. Solo me queda decir, si yo me siento así, mis condolencias para los mayores, que sin duda alguna, muchos más años con nuestro fútbol, tienen de sinsabores.
Lisbm. Lizandro Samuel

viernes, 8 de abril de 2011

Identificación.


Bien lo dijo alguna vez el profe Richard Páez, en  Venezuela parece que trabajamos con la pirámide invertida, pretendemos ir de lo más grande, a lo más chico, pretendemos trabajar desde la selección, hasta los clubes,  cuando debería ser al revés.
            Mucho he comentado en este blog, sobre las dificultades, y problemas, que desde mi humilde óptica, ahorcan a nuestro fútbol. Varios han sido los artículos, publicados, en los que enfatizo sobre la mala administración y dirigencia que azota nuestro balompié, más siento que es hora de ver la otra cara de la moneda…
            Es muy fácil, pedir, desde el punto de vista del fanático, seguidor, aficionado, o hincha, determinadas situaciones, reacciones, o acciones, pero para exigir, hay que dar, y con todo respeto para quien pudiera ofenderse, no es mucho lo que el aficionado común da, cuando se palpa más de la mitad de los estadios de primera división a menos de un 40% de su capacidad, jornada tras jornada. ¡Ojo! No hago alusión al hincha, al verdadero hincha, que siempre a poya a su equipo, ese que grita los 90min desde la grada; esas barras, que convierten el estadio en un verdadero infierno para el conjunto visitante, y es que quien no ha ido a un Caracas-Táchira o viceversa, aún no sabe lo que es disfrutar del espectáculo cultural del fútbol. ¡Pero vamos! Que si bien, es mucho el vuelco que se genera en la población, hacia la Vinotinto, seria lindo, ver alguna vez, que todas esas personas llenaran domingo tras domingo, todos y cada uno de los recintos dispuestos a la práctica del fútbol de primera y segunda división. ¡Es que seamos sinceros! Si tan solo la mitad de las personas que en nuestro país, siguen con vehemente expectación, el máximo evento deportivo-socio-cultural de este planeta, es decir, el Mundial de la FIFA, siguieran con la misma pasión, y hasta con un poco menos, nuestras categorías de oro y plata, sin lugar a dudas tendríamos un balompié mucho más rico.
            Está claro, que el paquete de entretenimiento que muchas veces puede ofrecer la producción nacional, no es ni comparable con el que se ofrece en las mejores ligas del mundo, de hecho, algunas veces, está por debajo del promedio sudamericano; y en esto influyen muchos factores, que van desde la falta de infraestructura, hasta la indiferencia federativa para con este asunto, pasando, por la cobertura de los medios de comunicación, el cuidado de los estadios, los problemas extra-cancha, etc., etc., etc. Más aun así, no deja de indignarme, como muchos VENEZOLANOS, pueden criticar con ardua displicencia nuestro balompié, si ni siquiera, han pisado un estadio de fútbol nacional, alguna vez en su vida.

            ¡No nos limitemos a apoyar a la selección! Pidamos y exijamos una mejoría, pero vayamos a disfrutar del fútbol que realmente es nuestro, y démonos cuenta de lo bueno, maravilloso, y apasionante que es. Es que como amante del fútbol que soy, es obvio, que disfruto de ver los mejores encuentros en todo el mundo, pero me niego a preferir un Barsa-Madrid a un Caracas-Táchira. ¡Siempre envidiamos lo de afuera! ¡Maldita idiosincrasia la del venezolano! Preguntémosle a un Argentino que le despierta más pasión, si un Inter-Milán, o un Boca-River… El fútbol, no solo debe crecer desde lo organizado (Quizás muy poco puede hacer el aficionado en ese sentido), también debe crecer desde lo cultural, y esto, solo lo puede hacer posible el hincha. Claro, hago alusión a un concepto que alguna vez denote en mi artículo: “Seriamos Japón, seriamos Brasil, seriamos… ¡La Gran Venezuela!”: “El fútbol es arte, el arte es cultura, la cultura nace en la sociedad, la sociedad la conformamos todos, entonces, el fútbol es el reflejo directo (Para bien y para mal) de la sociedad que lo practica”. 

            En este sentido, la poca identificación que muchas veces se genera con los habitantes de cada región hacia el equipo local, es algo, que viene muy marcado en la manera de ser de los venezolanos; ¡fíjense! Muchas veces, compramos productos en el extranjero, cuando bien podríamos producirlo nosotros mismos… ¿Escases de leche? ¿Es que las vacas en Venezuela están en peligro de extinción? Digo, ¿Pocos aficionados en el estadio? ¿Es que no existe identificación nacional para lo que significa el fútbol? Para nada, cosa que certifico, cuando denoto índices televisivos altísimos, de la Liga de Campeones de la UEFA, así como de las principales ligas europeas. ¿Falta de cultura? Vamos, que si bien este deporte empezó a gestarse de modo muy cerrado en el país (Me refiero a sus orígenes en los colegios católicos), hoy por hoy, en las calles se juega mucho, pero mucho fútbol, y se habla de beisbol, aunque también de fútbol, pero extranjero, en su mayoría.

             Es fácil para muchos relatar la alineación titular del Chelsea (Ejemplo), pero les cuesta mucho, cuando se les pregunta, por el Petare, Real Esppor, Trujillanos, Zamora, Mineros, etc. Y esto, realmente es algo muy doloroso. Existe, en general, una falta de identificación del venezolano hacia su propia tierra, ¿será entonces momento de usar el deporte para corregir ciertas valencias culturales? Es decir, si en Sudáfrica se pudo combatir el apartheid con el Rugby, creo que no es descabellado pensar que podríamos usar el balompié, para fortalecer nuestra cultura, y representarla además en el extranjero (Tengamos en cuenta que estamos hablando del deporte universal por excelencia. ONU: alrededor de 197 países afiliados. FIFA: 207 aproximadamente.).

             Como sea, y ya para finalizar, pienso, que para exigir hay que dar, así que cada ciudadano, que sueñe, y quiera ver a Venezuela en un Mundial, en la cancha, domingo tras domingo, debe estar, ese su pequeño granito de arena será, el resto, a los dirigentes, jugadores, y técnicos lo deben dejar, ¡pero recuerden! A apoyar, el fútbol nacional.

 

Lisbm. Lizandro Samuel.

 

sábado, 2 de abril de 2011

Por nuestro fútbol.


Por nuestro fútbol, es hora de dejar de un lado las vanidades, acabar con las casualidades, y empezar a trabajar las bases. Ya basta de escuchar “Hay que ir a un Mundial” cuando hay clubes que no terminan de pagar, y es que estoy harto de la falta de proyectos, es que siento un fuerte dolor en el pecho, cuando me hablan de los ineptos, que hambre hacen pasar, en el fútbol nacional, a nuestros cracks. Como se te puede amargar el día, cuando palpas la desdicha, de algunas divisas, bien sea Caroní, Estudiantes, A. Venezuela, o Zamora, ¡Es que este problema viene de otrora!, es así como me cuesta entender, que el organismo que preside el Sr. Esquivel, siga permitiendo, y dejando en cruel suspenso, la situación, de equipos como estos.
Si lo de Estudiantes viene de rato, ¿No es hora entonces de darle un parao?, digo, está claro que muchos jugaríamos en la elite sin cobrar, pero solo de ese disfrute el humano no se puede alimentar, y para comer y vivir bien, buen dinero hay que tener. ¡Es una indignación! Que trabajen con tanto pundonor, y no reciban el salario merecido a su sudor. ¿No les duele por ejemplo ver, como el Zamora, colista de otrora, hoy día, aun sin cobrar, en el liderato se han sabido acomodar? Jugando un fútbol espectacular, con un Meza que en la selección debería estar, pegando un buen baile a quien se le atraviese, estos chicos deberían recibir el sueldo que les deben y merecen.
Lo lamentable es, que la Federación esto siga permitiendo, lo triste es, que en la CONMEBOL esto no se vea como algo “horrendo”, y es que en vez de ocuparse de trivialidades, de trapos, y superficialidades, es en cosas como estas, en las que deberían emplear sus poderosas fuerzas. Aunque siendo sinceros, más triste aun es, que después de tantos años, sigan existiendo tantos, dirigentes tan insensatos, ¡o peor aún!, insuficientes de mentalidad, para las riendas del fútbol venezolano llevar.
¿Y así queremos ir a un Mundial? díganme que bebé camina antes de gatear, digo, si bien mucho progreso hemos conseguido, en cosas básicas aún estamos muy primitivos, pareciera ser entonces, que el golpe final, para esto terminar de lanzar, en las bases esta, pero preferimos, cual arquitecto de rancho venezolano, el último piso hacerlo, mucho más inmenso que el primero; pero ¡ojo!, que ante tan mala construcción, hará falta mucho menos que un aluvión, para en la calle dejar, a todo nuestro “fútbol”. ¿Y dónde conseguiremos refugio entonces? Me pregunto, ¿Cómo seguiremos avanzando a la postre? Señores dirigentes, por favor, dejemos de construir ranchos con TV satelital y hagamos una mansión, no pretendamos tener un Mazda, cuando no hay buen suelo en nuestra casa.
¡Y es que si algún ente importante de nuestro balompié me está leyendo! Que conste, que no son injurias lo que estoy profiriendo, simplemente, y como atesora el título de esta humilde prosa, les pido “POR NUESTRO FÚTBOL”, que trabajemos un poquito mejor, que hagamos las cosas con una conciencia mayor, que nos preparemos un tanto más, y entonces ¡Cada quien su papel a desarrollar!, es así como en unos años veremos, con tan buena materia prima de jugadores que tenemos, como nuestra humilde ranchada, se convierte en una inmensa casa, ¡Vamos! Que por algo hay que empezar, si queremos, parte del mundo, poder conquistar.
1/4/2011
Lisbm. Lizandro Samuel