martes, 9 de julio de 2013

El retorno de Yohandry

Tres temporadas duró la travesía de Yohandry Orozco en la Bundesliga, la misma Liga que desde hace unos años se ha convertido en una de las más poderosas de Europa, y que en la pasada edición de la Champions llegó a situar sus dos conjuntos insignes, de los últimos cuatro años, en la final.

Yohandry llegó en el 2010 al Wolfburgo, casi un año después de que la institución levantará su hasta ahora único título de liga. El marabino arribó luego de dos temporadas en el ya extinto UAM y otras tantas en el Zulia, esto sumado a su experiencia en la selección sub20 y para el momento de su fichaje, en la de mayores.

Pero las diferencias entre La Bundesliga (3) y la Liga venezolana (69) van más allá de los 66 puestos que las separaban en el último ranking mundial de ligas publicado en enero por la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol), las mismas radican principalmente en la calidad y el ritmo de juego; esto, obviamente, dificultó la adaptación del venezolano, más aún al no tener un paso previo por alguna Liga europea de aparente menor nivel o por un club con expectativas más bajas.


La realidad es que el regreso de Yohandry (ahora con el Táchira) resulta ser un tema rutinario en nuestro fútbol: grandes talentos vendidos al extranjero que tras un par de años se ven obligados a regresar con más experiencia y anécdotas que partidos jugados. En tiempos donde prima la ansiedad a por el éxito, conviene saber dar cada paso con prudencia, sin querer saltarse etapas, como en su momento le tocó a hacer al jugador venezolano más cotizado en el extranjero: Juan Arango, quien llegó al Mallorca tras madurar en el torneo local y hacerse grande en México.

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