lunes, 23 de mayo de 2011

El primero de la final


               Un marco espectacular, lleno de pasión, un ambiente muy futbolero, canticos de aliento para el propio y desprecio para el contrario, marco lleno de público, de algarabía, de fiesta, de incertidumbre, de espera, de emoción y ansiedad. Belleza pura, estética sublime, la Carolina de Barinas fue eso y más… Y es que si bien no descubro nada cuando hablo del fútbol más elitesco del mundo, el español, inglés, italiano y alemán, permítanme, dentro de mi subjetividad, preferir el ambiente sudamericano, ese que cuando no cae en primitivos actos violentos, logra convertir su estadio en un infierno para el visitante o un paraíso motivacional para el local, sí, algo tan folklórico y cultural, como impresionante y admirable; un poco de eso, maravilla en estado de gracia, fue lo que se vivió en la ciudad de Barinas.
            El partido, tácticamente dejo mucho para el análisis, aplausos varios merece un Táchira que supo cortarle los circuitos al Zamora, ahogarlo en su terreno, y contragolpear en los momentos justos. De hecho, en ciertos compases del partido, me vino a la mente la imagen de la última final de la Copa del Rey de España, salvando las distancias, contextos diferentes además, me fue sencillo realizar algunos símiles tácticos, sobre todo cuando vislumbre a un Zamora tocando mucho la pelota, demasiado quizás, en su propio terreno de juego, con un Táchira que bien supo cuando jugar y esperar en zona3 y zona2, sí, dominio total de la esférica ejercieron los blanquinegros, más a la hora de llegar a tres cuartos de cancha, salvo intervención individual de Copete, las ideas se acaban, en su mayoría, por mérito del rival.
            Los aurinegros por su parte, mostraron esa casta, que cada vez logra verse más en nuestro fútbol, de equipo grande, “la camiseta pesa” dicen por ahí, y es que con jerarquía, y experiencia, supieron sacar adelante un partido que dominaron desde el pitazo inicial hasta finalizar el cotejo. Vamos, dominar un partido, es hacer alusión a que es el mismo se represente de la forma deseada, y así fue, si bien la pelota la tuvo el Zamora, el Táchira en ningún momento trato de peleársela, por el contrario, era como que sí lo invitaran a jugar, eso sí, en su lado del campo. Proezas debían hacer los locales para pasar la media cancha, individualidades, tan solo pudieron penetrar en el área, ideas les faltaron, ya que jamás, en ningún compas del partido, encontraron la solución para atravesar las últimas líneas tachirenses. ¡Y es que tal era la presión, que el Chiqui Meza, con su acostumbrado 10 en la espalda, me hacía recordar más a un 5, volante de salida, que un enganche distribuidor!
            El gol, obra de arte táctica, cátedra y ortodoxia pura, digno de ser grabado y mostrado en todas las escuelas y categorías juveniles del país. De ahí en más, la camiseta y experiencia siguió pesando: Guerreo tardo casi 5minutos en abandonar el terreno de juego, tras una merecida roja, Sanhouse, que llevaba todo el partido perdiendo tiempo (Si con el 0-0 se demoraba a su gusto, ni hablar de con 0-1) convenientemente sufre incomodidades físicas luego de la expulsión de su compañero. Dieron 4 minutos al final, bien pudieron ser más, el Táchira jugo el partido que quiso, nada impresionante aquí, lo de aplaudir es que el Zamora también jugo el partido que los aurinegros decidieron que jugaran… Partido redondo para los vencedores, inclusive con la roja, era obvio, que con ese tipo de planteamientos existía cierta predisposición a acabar con diez, nada llamativo. Pinto mostro que sabe a lo que juega, el Táchira, demostró que esta para jugar y ganar finales, la incógnita, tras un partido emocionante y digno de mucho estudio táctico, recae sobre quién dominara a quién en el próximo encuentro. ¿Podrá Zamora encontrar las soluciones que no encontró el domingo? ¿Sabrá Táchira aguantar la diferencia a favor? ¿Quién adivina primero a que jugara el otro? ¿Quién adivina antes en que variara el otro? Sonrió, es que estos cotejos dejan mucha incertidumbre, pero un aplauso para una final digna en lo deportivo y en lo extra-deportivo, solo me fastidio un poco la entrega de la Copa del Clausura al finalizar el compromiso, ¿Celebrar tras la reciente derrota? ¡Vamos! ¿No encontraron peor momento para hacer la entrega del trofeo?.... De ahí en más, brindo, brindo por nuestro fútbol y por una digna final… ¡Salud!
  • · Pedro Fernández: El mejor del partido a mi parecer, un jugador hecho para este tipo de encuentros, diseñado para jugar finales, ese que todo técnico quiere en su equipo; y es que el momentáneo capitán del Táchira, pareciera tenar muy desarrollada la zona límbica, dado a que su escala motivacional la percibo un poco más alta que la de sus colegas. Gran rendimiento para el mediocentro.   
  • · Sergio “Barranca” Herrera: También de gran rendimiento, corrió mucho entre la línea defensiva y de salida del Zamora, estorbo y fastidio cuando debía, tarea extra supo cargarse al recuperar varios balones peligrosos. En lo ofensivo, supo aguantar la pelota con 0-1, pivotear cuando era necesario, amarrar y proteger la esférica en función de las necesidades del equipo, jugadorazo, de gran rendimiento durante todo el año además.
  • · Manuel Sanhouse: Si bien no sufrió mucho, supo mostrar su experiencia dentro del terreno de juego. Correcta colocación en cada una de sus intervenciones, nada que objetar para el experimentado golero.
  • ·Sebastián Hernández y Edgar Pérez Greco: Se desplazaron con mucha ortodoxia en el terreno de juego, junto al “Barranca” deberían de dar clases de movilidad a la hora de contragolpear, gran gol además para el “Flaco”.
  • ·Jorge Luis Pinto: Ni siquiera los abucheos de la tribuna, los cuales provocaron su cambio posicional en el estadio para poder observar el juego, lograron desconcentrarlo, desde afuera da la sensación de que supo, inclusive, dirigir a su equipo a la distancia. Planifico muy bien el partido y se dio tal cual como él lo decidió. El domingo, si cabe, demostró que es un gran técnico.
  • · José de Jesús “Chuy” Vera: Un gran Dt, está de más decirlo, sin embargo se vio muy superado por su colega rival. No supo desde lo táctico, ni desde el banquillo, encontrar soluciones al planteamiento aurinegro, y aunque las busco, estas se le hicieron esquivas durante todo el cotejo. Habra que ver como plantea el próximo partido.
  • · Jesús “Chiqui” Meza: Participativo, sí, demasiado atrasado, también, así como el Zamora no puedo pasar de media cancha, el Chiqui, se quedó igualmente de ese lado, reflejo directo del conjunto, cuando esporádicamente lograba despegarse de Suanno y Arocha, y quizás, sacarse de encima a Pedro Fernández o Diego Guerrero, tampoco pudo ser muy influyente de forma potencial en pro al desarrollo de volumen futbolístico en zona3. Pinceladas de clase, intentos de genialidad, ahuyentando a su propio campo, y poco más.
  • · Vicente Suanno: El capitán trato y trato, pero no pudo pesar positivamente. Por temas de marca y parado táctico del rival, tuvo que cederle la salida de juego al Chiqui, cuando esto empezó a darse, simplemente, crónicas de una muerte anunciada.  
  • · Luis Terán: No jugo un mal partido, aunque personalmente, no me dio la sensación de estar listo para el compromiso, lo note un tanto nervioso, algo quizás normal. En el gol, realmente nada que culpabilizar para el joven guardameta, aunque sí es cierto no se vio muy bien tras la gambeta de Pérez Greco, realmente no tenía mucho que hacer.
  • · Jonathan Copete: Quizás el mejor de los locales, bueno, al menos el más destacable. Cuando busco el uno contra uno, la mayoría de las veces, gano, más de forma inmediata se hacían presente los relevos tácticos del Táchira. No pudo pesar en lo colectivo.
Lisbm. Lizandro Samuel

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