lunes, 30 de mayo de 2011

¡Salud Campeón!


            Y se colgaron la séptima, merecidamente además… Fueron superiores en los 180minutos, ambos partidos se jugaron como ellos quisieron, y es que tras un patético torneo clausura, el Táchira, demostró porque es un grande de nuestro balompié.
            Pinto, erige su figura desde la inteligencia y prolijidad, el estar en la distancia no significo un Everest imposible de escalar, supo planificar muy bien el primer partido, el segundo no solo mejoro, sino que adivino y contrarresto las variantes que implemento su colega, José de Jesús Vera. Sí, fantástico Táchira desde lo táctico, en demasía inteligente, parecía tener calcado mentalmente todos los movimientos que ejecutaría el cuadro blanquinegro, y tan solo en los últimos 15minutos del compromiso, su estrella, dio la sensación de peligrar.
            Evidente le resulto al Zamora, el que no podía cometer los mismos errores de hace 7días; el Chiqui, con el pitazo inicial, mostro la intención de jugar en su posición habitual, totalmente antónima a la que mostro en el partido de ida. Los aurinegros no se preocuparon, más bien se ocuparon, Pedro Fernández se cohibió de alejarse del círculo central hacia posiciones más ofensivas, el “Pelicano” Casanova, barría todo lo que intentaba llegar a zona3 Zamorana, ejerciendo además una función mixta, de mucho ida y vuelta, y he aquí lo más resaltante, esta vez, el bloque local, se encargó de presionar en zona1, ahogando poco a poco a los de Barinas. Daba la sensación de que el planteamiento era más ofensivo, falso, tan solo era más efectivo: en la ida cortaron bien los circuitos, sobre todo en zona3, dejando que Zamora jugara tranquilamente en todo su terreno, ahora, con el adelantamiento y mayor movilidad de Meza, se ocuparon de prohibirle la salida a todo el cuadro blanquinegro, más osados quizás, presionaron en zona1. Fue entonces, cuando a los dirigidos por Vera, la salida se les entorpeció, y muchas veces la esférica, ni siquiera llegaba limpia a la mitad del campo, fue así, como lograron alargar a los locales, aislando a Vélez, Chiqui, y Copete.
            El partido transcurría, “El Cantante” fue amonestado, y con el paso de los minutos se permitía soltarse más para colaborar en la presión; y mientras Zamora seguía teniendo la pelota (Aunque en caracteres porcentuales más ajustados de lo normal), el tránsito de la misma, en algo tan elemental como la salida, se le complicaba con mayor frecuencia, casi al mismo tiempo, que su rival de enfrente con 3, 4, o 5 pases, se veía cerca del marco que defendía Tito Rojas. Con todo esto, aún en el primer tiempo, personalmente no me daba la sensación de que el 0-0 se fuese a mover, eso sí, veía a los locales avanzar con firmeza hacia la 7ª estrella…
            Corría el segundo tiempo, Chiqui Meza hacía gala de unos magníficos pulmones, motivación le sobraba, esta vez, aparecía en todos lados, frustración igualmente habitual, quería, pero no podía del todo, mientras él trataba de hallarle la manija al partido, un bloque, una avalancha aurinegra arropaba poco a poco a su causa… El juego subió un poco en la escala de emoción, daba la sensación de que podía llegar el 0-1 pero algo les faltaba, y nadie de Barinas, sabía que era; se percibía que podía llegar el 1-0, pero el golero aguaba la fiesta, y Zamora se negaba a entregarse, corría mucho, parecía que podían nivelarse las fuerzas, sí, nivelación… ¡pero si era un espejismo, una nivelación ficticia!, la igualdad de fuerzas los dejaba con el 0-0 y este resultado favorecía a los locales… Reitero, siempre se jugó a lo que Táchira quiso.
            Movió el banco el D.t visitante, mientras los locales ahora, paradójicamente, circulaban muy bien la pelota, provocando el “Ole, ole” de la grada, metió línea de cuatro en el fondo, ¿Resolvería esto los constantes problemas de salida? Por momentos así fue, y los aurinegros tuvieron que correr más que nunca; y es que mientras ocasionalmente los frutos de la motivación del Chiqui hacían contener el aliento a parte del estadio, llego, llego la jugada que todo el estado de Barinas esperaba, Copete solo a solo, mano a mano con Sanhouse… no pudo, fallo, y aquí, me parece, el partido concluyo.
            Del 80 al 90, del 90 al 94, mayor emoción que nada, en el aire se percibía la disfuncionalidad del Zamora con el gol, y con la ocasión misma… Minuto 94, libre directo para los visitantes, pataletas de ahogado, jugada de epopeya de concretarse, al final, la número5 se estrelló en la barrera, formalidades luego del principal, y el partido concluyo.
               Pedro Fernández fue determinante en ambos partidos, probablemente el mejor de la serie, a pesar de salir expulsado sobre el final del último encuentro. Por otro lado, el “Barranca” Herrera dio muestra de sus grandes aptitudes para este deporte, mayor muestra aún para jugar el mismo, aguanta, corre, amarra y protege la pelota, clases en vivo y directo, dicto, para todos los jóvenes “9” del país.
                     Jesús Meza no se borró, de hecho, lo intento mucho, es que desde lo táctico y lo colectivo su escuadra se vio muy superada, por más que quiso no pudo darle la vuelta, el que para mí, sigue siendo el mejor jugador de todo el torneo clausura, y ojo, sino de la temporada.
              Pinto y Vera, sencillo, el primero, descifro totalmente al segundo. Le dicen “Zorro viejo” quizás, pero muy inteligente además. Ambos, grandes técnicos, y personalmente me parece que al merideño, le queda un camino largo y de muchos frutos por recorrer.
            En fin, Táchira domino el partido, definiendo esto como hacer que se jugara a lo que ellos querían y por ende a lo que les convenía, indistintamente de si tuvieron o no la esférica, controlaron la mayoría de las facetas del juego, siendo esto tan respetable, como válido y complicado. Versatilidad y maleabilidad la que mostraron en ambos partidos los aurinegros. Justos y merecidos campeones, demostrando porque es uno de los grandes del país. Gran final además, en ambos partidos, estupendos marcos y ambientes los que se vivieron, brindo por el civismo y el espectáculo. ¡En gran momento! ¡Felicidades Táchira, ya tienes la séptima!
Lisbm, Lizandro Samuel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario