Fanáticos,
coleccionistas, compradores compulsivos; abstenerse. Madres de infantes, no
asustarse. Calma. Esto no se trata de una promoción Panini. No tiene nada que
ver con el álbum oficial de algún torneo de fútbol. No estamos en época de esas
cosas.
Se imprimieron
y se pegaron. Los cromos traídos de Europa al parecer encajaron a la perfección
en los recuadros del álbum Vinotinto. No es para relegar a las últimas páginas
a los ya consolidados, pero los “Euro-Venezolanos”, en lo deportivo, merecen
seguir siendo tomados en cuenta.
Los dos
zurdos, españoles, altos y corpulentos. Amorebieta y Tuñez, me dejaron con las
ganas de volver a verlos en acción. Si bien su funcionamiento no fue del todo
prolijo desde el rendimiento colectivo, mostraron aptitudes dignas para volver
a vestir la camiseta nacional. Feltscher, el de apellido extraño para la
dicción criolla, gusto a los ojos nacionales. Algunos piden que se termine de
imprimir y pegar la barajita de su hermano.
Por otro lado,
siguen editando tarjetas nacionales, que seguramente servirán para llenar, como
protagonistas, álbumes futuros. Importante labor que realiza el editor. Farías
prevé un recambio generacional. Desde ya Alexander se perfila como el lateral
derecho suplente para Rosales. A su lado se pega la barajita sensación del
país, esa que la mayoría siempre quiere tener y conseguir a toda costa.
Yohandry Orozco. Este par precede a otros cromos más variables y que aún se
encuentran en constante canje hasta encontrar a los favoritos. La dura suela de
los tacos de Aristiguieta y Josmar, seguirán con alta probabilidad, encajándose
en los terrenos de juego que pise la selección.
Útil resulta
ampliar la gama de jugadores convocables. Esta frase viene predominando desde
hace tiempo en el discurso del D.t nacional. Ahora parece ser que tras par de
ensayos y estudios, el grupo base experimentará un aumento de calidad y
profundidad. Ante la imperiosa necesidad de un volante central que pueda suplir
a Lucena y/o Rincón, ya han dejado potenciales muestras de rendimiento Agnel Flores y Juan Guerra
…Ruido, mucho
ruido y en creciente decibeles, generaron el precio de las entradas para poder
ver el retorno de la selección a la Capital. Sentires diversos de opiniones.
Era como si se mezclaban el agravado sonido de un ferrocarril en movimiento, de
un avión despegando, el pitido de las puertas del metro, el grito de gol en un
estadio. Diversos puntos de vistas, validos, sobre un costo fuera del
presupuesto del caraqueño común. “FVF no nos callamos, los 350 no los pagamos”
Se escuchó con fuerza en las tribunas del Olímpico. No era un simple canto, era
la pura verdad. En toda la Plaza Los Estadios se podían comprar a través de la
reventa entradas hasta un 50% más económicas.
Especulaciones,
demasiadas. Opiniones, variadas. ¿Qué puedo escribir, expresar o decir que
otros no hayan dicho? Me parece que le verdad es un colectivo, un poco de todo.
Entre el castigo de la Federación a la barra capitalina, pasando por lo de
sacarse la posibilidad del Olímpico para las Eliminatorias o demostrarle a los
entes encargados de la construcción de un nuevo estadio, la imperativa
necesidad del mismo; hasta los justificables costos desde el tema de logística,
seguridad, traslado y demás que se anudan a la poca capacidad de público del
recinto deportivo. Pero suena el agua y se ve inclusive rozar seductoramente con
las piedras, se siente fría, pasan corrientes un poco más calurosas, desde
afuera se divisa como esquivar guijarros y otros objetos que pueden golpear con
fuerza similar a la de un choque automovilístico; es que el ruido de la
corriente es muy fuerte. ¡Vamos! Cuando el río suena, es porque piedras lleva,
y también siento que algún motivo no expresado públicamente, es la razón
principal para todas las interrogantes que caen sobre la organización de ese
partido.
Lo rescatable
es que el grupo suma. Barajitas con olor a nuevo, con las esquinas filosas, punzantes
al tacto y perfectamente cuadradas. Diseño de primer nivel. Full colores,
perecieran calzar de forma ideal entre los recuadros en blanco del álbum
Vinotinto. Se acercan las eliminatorias, la base no se discute, la competencia
será larga y reñida. Toda la ayuda apta será bienvenida. Los Euro-venezolanos
ya se hacen reconocibles ante el pueblo nacional. Ojala, que con o sin su
aporte, con o sin su recombocatoria, en junio del 2014, entre la “fiebre” y las
voces de intercambio, compra y venta, podamos estar pegando barajitas Vinotinto
en las aperas y coloridas paginas del álbum Panini.
Lisbm.
Lizandro Samuel.
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