miércoles, 8 de junio de 2011

Venezuela 0-3 España

                Un partido interesante, que deja mucho para el análisis. Al observar las diferentes reseñas de los principales medios españoles y nacionales, me encontré con puntos de opinión relativamente variados, dejando claro lo que significaba el cotejo en ambos países, teniendo obviamente un peso mayor para nosotros, en gran parte debido al “show” en el que previamente se fue convirtiendo el partido.
                De antemano quiero dejar claro que me gusto la intención de nuestro combinado, sí, las formas y maneras de enfrentar y dar desarrollo al encuentro, claro está, de la intención a lo concreto existe un trecho, pero al menos se da a entender que es lo que se quiere y como se quiere, y esto tanto en fútbol como en la vida vale mucho.
                Por pasajes del partido se vislumbró cierta igualdad, solo ampliamente desparejada por 68puestos de distancia en definición (Al nivel que queremos jugar no se pueden perdonar tantas veces. Clara muestra de efectividad hizo España), e igualmente, a la hora de generar volumen de fútbol, si los Ibéricos se lo proponían, daba la sensación de que podían dejar muy descolocada a toda la defensa nacional; por ejemplo, cada vez que la esférica pasaba por Sergio Busquets (Toques de primera, fútbol muy inteligente, poco cansancio físico además), se denotaba una gran diferencia entre lo que significa, a la hora de jugar la pelota, el Barcelonista frente a ambos volantes de primera línea Vinotintos. De ahí en más, con esporádicas paredes y toques, era como si España desafiantemente nos dijera “¿Ven?, así se hace lo que están tratando de hacernos”.
                Dos puntos claves marcan el desarrollo del partido, dado que si bien ambas oncenas se tomaron el encuentro con mucha seriedad, sobre el terreno de juego quedo claro que los de Farías se están preparando para la Copa América, mientras que los de del Bosque, solo querían irse de vacaciones con el prestigio intacto (Cosa que consiguieron, dicho sea de paso), significando esto, tazas de motivación muy dispares entre la Vinotinto y la Roja.
                De más está resaltar los errores de Reny Vega en ambos libres-directos, no echaré más leña al fuego… Desde España, hablan de “dureza Venezolana”, creo que en más de una ocasión supieron “dejarse caer” varios españoles; los cuales, también se pudieron ver perjudicados por un clima muy diferente al acostumbrado en su tierra. Así como por el terreno de juego, que siendo cierto que estuvo igual para los dos, aquí se evidencio, y por goleada, lo que realmente marca la diferencia entre nuestro fútbol y el de ellos, y es que el gramado del José Antonio Anzoátegui se mostró como uno de los más aceptables del país, significando por el contrario, para los españoles, uno de los peores engramados en los que les puede tocar jugar. Diferencias monumentales de organización e infraestructura, verdadera área, en la que perdemos los partidos, más allá de lo que pueda ocurrir en el campo de juego.
                España tampoco presiono muy adelante, dejando jugar en diversos pasajes del partido, y esperando en zona 2 la mayor parte del mismo.
                Para resaltar, dejando de lado el análisis deportivo, es el que el estadio se haya pintado de Vinotinto, y no de Rojo, como mucho se temía. Poco a poco se fueron esfumando esas efímeras imágenes de la película “La Vinotinto” que en lo personal azotaban mi mente con un ligero temor de que se volvieran a repetir (Solo en twitter llego a circular la imagen de alguien con una franela “Bicolor”, y siendo tan solo un caso, es mejor dejarlo morir en el oscurantismo, evitando así, el hacerlo saltar a la fama). Tampoco, está claro, se vio en el estadio al hincha criollo del día a día, siendo eso razón por la cual, quizás, el apoyo de la afición no se sintió tanto.
                Me enorgullece por demás, el que ahora exista un sector de la población, cada vez más grande me parece, dispuesto a defender y fomentar la cultura e identidad nacional, para el debate quedará si utilizan las formas más adecuadas, pero repito, existe la intención (El twitter no perdona, y sin parcializarme ni polemizar, fue resaltante como le “dieron palo” a un conocido personaje de la farándula venezolana, debido a cierto comentario que causo incomodidad).
                Lo cierto es, y se me antoja hacer énfasis en esto, que el Venezula-España no fue el único partido del año, ni de la temporada, y LEJOS ESTA DE SER EL MÁS IMPORTANTE, en su propio carácter de amistoso. Entonces, ¿Por qué no hacer todo esa publicidad a la cotidianidad de nuestro balompié? Recordemos que aquí se juega fútbol domingo tras domingo, y que la selección también jugo contra Guatemala, lo hará frente a México, y otra seguilla de rivales a posterior. ¡Ya basta! A la Vinotinto se le apoya todos los días, y el fútbol venezolano cobra interés diario, no solo cuando a los organizadores de estos eventos se les antoja hacer un circo mediático. Es hora, de ponernos la franela nacional TODOS LOS DÍAS.
  • ·         Renny Vega: No fue su mejor partido. Cierto diario en España destacaba en la previa que “le gustaba lucirse”, ayer ni siquiera lo intento, mostrándose muy dubitativo.
  • ·         Lucena: Me gusto la salida de balón controlado que pretendía ejercer, siendo esto muy importante a la hora de plantear un partido con tenencia de pelota. Creo que se ha ganado un puesto como central titular en la Copa América.
  • ·         Grendy Perozzo: Paso con cierta indiferencia, me sigue dando la sensación de que puede aportar mucho más al equipo.
  • ·         Rosales y Cichero: Estuvieron regulares en su accionar. El del Twente peso un poco más en ofensiva, atreviéndose a subir en varias ocasiones.
  • ·         Rincón: Siempre rinde en la selección, se ha convertido en un “5” clásico, pero de buen pie además. Suda mucho la camiseta, es inamovible en el esquema de Farías, no hay otro como él en todo el país.
  • ·         Luis Manuel Seijas: Creo que debió, y pudo, darle mayor salida al equipo, le falto tomar la manija del mismo. A pesar de esto, el doble pivote que ejerce con Tomas se me sigue haciendo interesante, sería positivo darle más minutos de prueba en esa posición; es un volante mixto como pocos con nacionalidad venezolana.
  • ·         Yohandry Orozco: Fue muy incisivo mientras estuvo en cancha, si bien su aporte quizás roso más lo individual que lo colectivo, dejo pinceladas de talento.
  • ·         Cesar “Maestrico” González: Sin pena ni gloria, poco aporto. Quizás dejo algunos toques de calidad en el inicio del segundo tiempo y poco más. No peso frente a Guatemala ni ayer frente a España. Ojo, es momento de subir el rendimiento.
  • ·         Giancarlo: No suma ni aporta, sigue lejos de su mejor nivel. Me parece que su buen tramo final en México no le alcanzara para estar en la Copa América.
  • ·         “Homerito” Moreno: Aporta al desarrollo del juego pero falla en su principal labor: hacer goles. Tácticamente es muy útil, pero todo ese buen trabajo se puede venir abajo cuando falla las más claras.
  • ·         Alexander González: Pocos minutos para mostrarse, seguramente de aquí en más tendrá más oportunidades.
  • ·         Giacomo di Giorgi: No desentono, y quizás se mostró más que Seijas, sin embargo, con intervenciones de uno y otro, queda muy claro que Luisma puede aportar mucho más.
  • ·         Arango: Quería ayudar en el desarrollo de fútbol en los últimos tres cuartos de cancha dándole dirección al balón, a pesar de esta intención, corrió poco (Cansancio quizás), y su labor, por ende, se hacía más complicada. No me convenció.
  • ·         Jesús “Chiqui” Meza: Lo quiero ver de titular frente al “Tri”, aporta mucho a la selección con y sin la pelota. Puede tomar la manija del equipo, y a la hora de defender y presionar no deja de sorprenderme los magníficos pulmones de los que hace gala. Habrá que ver como se desenvuelve con más minutos sobre el terreno de juego, a priori, deberían darle más oportunidades de aquí en adelante.
  • ·         Miku: Se vio mejor que frente a Guatemala, con mayor intervenciones y movilidad, los minutos que estuvo en cancha.
  • ·         Alejandro “Lobo” Guerra: Personalmente siempre lo he considerado un gran jugador que no termina de explotar. Sí está bien puede aportar mucho, ayer fue pinceladas de talento.

Lisbm, Lizandro Samuel.

viernes, 3 de junio de 2011

El fenómeno Yohandry Orozco.


            Marabino de nacimiento, orgullo de su tierra, año 91, desde hace rato promesa de peso para el futuro Vinotinto. Amado, respetado y aclamado por casi todos los venezolanos. Yohandry José Orozco Cujía, se mantiene en boca de muchos, sobre todo, desde aquel golazo en el último Sudamericano sub-20.
            Nace el 19 de marzo de 1991. Sacado de la pobreza extrema con la ayuda del ya extinto Unión Atlético Maracaibo, llegó a pertenecer a sus filas hasta el año 2009, cuando se enfunda la negriazul del Zulia F.C. Estuvo en la órbita de la selección desde temprana edad, e inclusive llego a formar parte del plantel que disputo la Copa Mundial Sub20 de la FIFA Egipto 2009. Fue capitán, genio, líder y figura de la sub20 que disputo el último Sudamericano, llegando a anotar un épico gol frente al seleccionado de Perú el 24/1/2011, gol que lo llevo a ser mencionado en casi toda la prensa nacional e internacional, sin embargo, y muy a su pesar, la selección no logro trascender de fase, dejando la sensación, en más de una ocasión, que eran Yohandry y 10 más.
            Más allá de la frustración que genero ese Sudamericano, su actuación en el mismo, le valió el fichaje por el Wolfsburgo alemán, y si bien no debuto en la Bundesliga, pareciera ser una fuerte apuesta a futuro por parte de la directiva y cuerpo técnico.
            A pesar de la discontinuidad de Orozco desde su llegada al viejo continente, el seleccionador nacional, Cesar Farías, lo ha tenido en cuenta en las últimas convocatorias, y todo pareciera apuntar que estará entre los convocados para la Copa América Argentina 2011; y es que cuando lo han llamado, y le han dado la oportunidad, para nada ha decepcionado, dejando actuaciones muy positivas en pro al mejor funcionar de la selección; convenciendo hasta en lo cuantitativo, resaltando el que los último 5goles de la selección hayan llegado mediante asistencias suyas…
            Su talento es digno de ser resaltado, su carácter lo hace un gran jugador, evadiendo esa lamentable constante de la tardía maduración del futbolista venezolano, transmitiendo además, una imagen de profesionalismo, constancia y dedicación… Quizás por esta razón es tan querido y aclamado por la afición venezolana, gestándose un fenómeno similar, e inclusive con proyección mayor, que el que ha podido significar Ronald Vargas.
            El 90% de la afición nacional lo pide de titular, y de base fundamental de aquí en adelante para la Vinotinto, no dejando de ser llamativo no solo el que tenga apenas 20años (Muchos cracks mundiales empezaron a forjar sus éxitos a una edad más o menos similar), sino el que lleve aproximadamente 6meses sin disputar un solo partido oficial a nivel de clubs, aunque para grata sorpresa, siempre que se pone le de la selección rinde, algo parecido a lo que ha experimentado en diversas ocasiones Tomás Rincón.
            Esto, personalmente me genera una fuerte interrogante, es decir ¿En qué nivel estamos?, y vamos, que dicha situación para nada habla bien de nuestros torneos nacionales… Sin ritmo de fútbol en Alemania, la rompe con la selección, aportando mucho más que varios jugadores militantes en clubes nacionales con permanente ritmo de juego y constantes oportunidades en la Vinotinto. Situación que dejando de lado el resaltante talento del joven marabino, marca una evidente distancia entre el lugar que estamos y al que nos gustaría llegar. Está claro que la Bundesliga es una de las 5mejores ligas del mundo, aunque si lo vemos desde cierto ángulo, tenemos que un reserva del Wolfsburgo, conjunto que estuvo cerca del descenso e inclusive acabo en la casilla número 15 de su liga doméstica, es uno de los jugadores más destacados de la selección nacional de Venezuela. ¿Un poco duro? No importa, me consuelo con saber que ese reserva es nada más y nada menos que Yohandry Orozco.
            Calidad en estado puro, 168 metros de estatura que hasta ahora poca limitación han significado para su desarrollo futbolístico. El futuro, pareciera depárale grandes éxitos, tanto en Europa como con Venezuela. Su idiosincrasia, pareciera ser su arma más fuerte. Talentoso y con amplia capacidad de autosuperación, si además sumamos la fuerte estima que le tiene el aficionado nacional, estaremos ante uno de esos cracks modernos, aunque para mi algarabía, este destaca, y mucho, dentro de la cancha. Veremos entonces como va transcurriendo este movimiento nacional (Y su evidente protagonista), que hoy he querido llamar “El fenómeno Yohandry Orozco”
Lisbm, Lizandro Samuel.
           
                          
               

lunes, 30 de mayo de 2011

¡Salud Campeón!


            Y se colgaron la séptima, merecidamente además… Fueron superiores en los 180minutos, ambos partidos se jugaron como ellos quisieron, y es que tras un patético torneo clausura, el Táchira, demostró porque es un grande de nuestro balompié.
            Pinto, erige su figura desde la inteligencia y prolijidad, el estar en la distancia no significo un Everest imposible de escalar, supo planificar muy bien el primer partido, el segundo no solo mejoro, sino que adivino y contrarresto las variantes que implemento su colega, José de Jesús Vera. Sí, fantástico Táchira desde lo táctico, en demasía inteligente, parecía tener calcado mentalmente todos los movimientos que ejecutaría el cuadro blanquinegro, y tan solo en los últimos 15minutos del compromiso, su estrella, dio la sensación de peligrar.
            Evidente le resulto al Zamora, el que no podía cometer los mismos errores de hace 7días; el Chiqui, con el pitazo inicial, mostro la intención de jugar en su posición habitual, totalmente antónima a la que mostro en el partido de ida. Los aurinegros no se preocuparon, más bien se ocuparon, Pedro Fernández se cohibió de alejarse del círculo central hacia posiciones más ofensivas, el “Pelicano” Casanova, barría todo lo que intentaba llegar a zona3 Zamorana, ejerciendo además una función mixta, de mucho ida y vuelta, y he aquí lo más resaltante, esta vez, el bloque local, se encargó de presionar en zona1, ahogando poco a poco a los de Barinas. Daba la sensación de que el planteamiento era más ofensivo, falso, tan solo era más efectivo: en la ida cortaron bien los circuitos, sobre todo en zona3, dejando que Zamora jugara tranquilamente en todo su terreno, ahora, con el adelantamiento y mayor movilidad de Meza, se ocuparon de prohibirle la salida a todo el cuadro blanquinegro, más osados quizás, presionaron en zona1. Fue entonces, cuando a los dirigidos por Vera, la salida se les entorpeció, y muchas veces la esférica, ni siquiera llegaba limpia a la mitad del campo, fue así, como lograron alargar a los locales, aislando a Vélez, Chiqui, y Copete.
            El partido transcurría, “El Cantante” fue amonestado, y con el paso de los minutos se permitía soltarse más para colaborar en la presión; y mientras Zamora seguía teniendo la pelota (Aunque en caracteres porcentuales más ajustados de lo normal), el tránsito de la misma, en algo tan elemental como la salida, se le complicaba con mayor frecuencia, casi al mismo tiempo, que su rival de enfrente con 3, 4, o 5 pases, se veía cerca del marco que defendía Tito Rojas. Con todo esto, aún en el primer tiempo, personalmente no me daba la sensación de que el 0-0 se fuese a mover, eso sí, veía a los locales avanzar con firmeza hacia la 7ª estrella…
            Corría el segundo tiempo, Chiqui Meza hacía gala de unos magníficos pulmones, motivación le sobraba, esta vez, aparecía en todos lados, frustración igualmente habitual, quería, pero no podía del todo, mientras él trataba de hallarle la manija al partido, un bloque, una avalancha aurinegra arropaba poco a poco a su causa… El juego subió un poco en la escala de emoción, daba la sensación de que podía llegar el 0-1 pero algo les faltaba, y nadie de Barinas, sabía que era; se percibía que podía llegar el 1-0, pero el golero aguaba la fiesta, y Zamora se negaba a entregarse, corría mucho, parecía que podían nivelarse las fuerzas, sí, nivelación… ¡pero si era un espejismo, una nivelación ficticia!, la igualdad de fuerzas los dejaba con el 0-0 y este resultado favorecía a los locales… Reitero, siempre se jugó a lo que Táchira quiso.
            Movió el banco el D.t visitante, mientras los locales ahora, paradójicamente, circulaban muy bien la pelota, provocando el “Ole, ole” de la grada, metió línea de cuatro en el fondo, ¿Resolvería esto los constantes problemas de salida? Por momentos así fue, y los aurinegros tuvieron que correr más que nunca; y es que mientras ocasionalmente los frutos de la motivación del Chiqui hacían contener el aliento a parte del estadio, llego, llego la jugada que todo el estado de Barinas esperaba, Copete solo a solo, mano a mano con Sanhouse… no pudo, fallo, y aquí, me parece, el partido concluyo.
            Del 80 al 90, del 90 al 94, mayor emoción que nada, en el aire se percibía la disfuncionalidad del Zamora con el gol, y con la ocasión misma… Minuto 94, libre directo para los visitantes, pataletas de ahogado, jugada de epopeya de concretarse, al final, la número5 se estrelló en la barrera, formalidades luego del principal, y el partido concluyo.
               Pedro Fernández fue determinante en ambos partidos, probablemente el mejor de la serie, a pesar de salir expulsado sobre el final del último encuentro. Por otro lado, el “Barranca” Herrera dio muestra de sus grandes aptitudes para este deporte, mayor muestra aún para jugar el mismo, aguanta, corre, amarra y protege la pelota, clases en vivo y directo, dicto, para todos los jóvenes “9” del país.
                     Jesús Meza no se borró, de hecho, lo intento mucho, es que desde lo táctico y lo colectivo su escuadra se vio muy superada, por más que quiso no pudo darle la vuelta, el que para mí, sigue siendo el mejor jugador de todo el torneo clausura, y ojo, sino de la temporada.
              Pinto y Vera, sencillo, el primero, descifro totalmente al segundo. Le dicen “Zorro viejo” quizás, pero muy inteligente además. Ambos, grandes técnicos, y personalmente me parece que al merideño, le queda un camino largo y de muchos frutos por recorrer.
            En fin, Táchira domino el partido, definiendo esto como hacer que se jugara a lo que ellos querían y por ende a lo que les convenía, indistintamente de si tuvieron o no la esférica, controlaron la mayoría de las facetas del juego, siendo esto tan respetable, como válido y complicado. Versatilidad y maleabilidad la que mostraron en ambos partidos los aurinegros. Justos y merecidos campeones, demostrando porque es uno de los grandes del país. Gran final además, en ambos partidos, estupendos marcos y ambientes los que se vivieron, brindo por el civismo y el espectáculo. ¡En gran momento! ¡Felicidades Táchira, ya tienes la séptima!
Lisbm, Lizandro Samuel.

lunes, 23 de mayo de 2011

El primero de la final


               Un marco espectacular, lleno de pasión, un ambiente muy futbolero, canticos de aliento para el propio y desprecio para el contrario, marco lleno de público, de algarabía, de fiesta, de incertidumbre, de espera, de emoción y ansiedad. Belleza pura, estética sublime, la Carolina de Barinas fue eso y más… Y es que si bien no descubro nada cuando hablo del fútbol más elitesco del mundo, el español, inglés, italiano y alemán, permítanme, dentro de mi subjetividad, preferir el ambiente sudamericano, ese que cuando no cae en primitivos actos violentos, logra convertir su estadio en un infierno para el visitante o un paraíso motivacional para el local, sí, algo tan folklórico y cultural, como impresionante y admirable; un poco de eso, maravilla en estado de gracia, fue lo que se vivió en la ciudad de Barinas.
            El partido, tácticamente dejo mucho para el análisis, aplausos varios merece un Táchira que supo cortarle los circuitos al Zamora, ahogarlo en su terreno, y contragolpear en los momentos justos. De hecho, en ciertos compases del partido, me vino a la mente la imagen de la última final de la Copa del Rey de España, salvando las distancias, contextos diferentes además, me fue sencillo realizar algunos símiles tácticos, sobre todo cuando vislumbre a un Zamora tocando mucho la pelota, demasiado quizás, en su propio terreno de juego, con un Táchira que bien supo cuando jugar y esperar en zona3 y zona2, sí, dominio total de la esférica ejercieron los blanquinegros, más a la hora de llegar a tres cuartos de cancha, salvo intervención individual de Copete, las ideas se acaban, en su mayoría, por mérito del rival.
            Los aurinegros por su parte, mostraron esa casta, que cada vez logra verse más en nuestro fútbol, de equipo grande, “la camiseta pesa” dicen por ahí, y es que con jerarquía, y experiencia, supieron sacar adelante un partido que dominaron desde el pitazo inicial hasta finalizar el cotejo. Vamos, dominar un partido, es hacer alusión a que es el mismo se represente de la forma deseada, y así fue, si bien la pelota la tuvo el Zamora, el Táchira en ningún momento trato de peleársela, por el contrario, era como que sí lo invitaran a jugar, eso sí, en su lado del campo. Proezas debían hacer los locales para pasar la media cancha, individualidades, tan solo pudieron penetrar en el área, ideas les faltaron, ya que jamás, en ningún compas del partido, encontraron la solución para atravesar las últimas líneas tachirenses. ¡Y es que tal era la presión, que el Chiqui Meza, con su acostumbrado 10 en la espalda, me hacía recordar más a un 5, volante de salida, que un enganche distribuidor!
            El gol, obra de arte táctica, cátedra y ortodoxia pura, digno de ser grabado y mostrado en todas las escuelas y categorías juveniles del país. De ahí en más, la camiseta y experiencia siguió pesando: Guerreo tardo casi 5minutos en abandonar el terreno de juego, tras una merecida roja, Sanhouse, que llevaba todo el partido perdiendo tiempo (Si con el 0-0 se demoraba a su gusto, ni hablar de con 0-1) convenientemente sufre incomodidades físicas luego de la expulsión de su compañero. Dieron 4 minutos al final, bien pudieron ser más, el Táchira jugo el partido que quiso, nada impresionante aquí, lo de aplaudir es que el Zamora también jugo el partido que los aurinegros decidieron que jugaran… Partido redondo para los vencedores, inclusive con la roja, era obvio, que con ese tipo de planteamientos existía cierta predisposición a acabar con diez, nada llamativo. Pinto mostro que sabe a lo que juega, el Táchira, demostró que esta para jugar y ganar finales, la incógnita, tras un partido emocionante y digno de mucho estudio táctico, recae sobre quién dominara a quién en el próximo encuentro. ¿Podrá Zamora encontrar las soluciones que no encontró el domingo? ¿Sabrá Táchira aguantar la diferencia a favor? ¿Quién adivina primero a que jugara el otro? ¿Quién adivina antes en que variara el otro? Sonrió, es que estos cotejos dejan mucha incertidumbre, pero un aplauso para una final digna en lo deportivo y en lo extra-deportivo, solo me fastidio un poco la entrega de la Copa del Clausura al finalizar el compromiso, ¿Celebrar tras la reciente derrota? ¡Vamos! ¿No encontraron peor momento para hacer la entrega del trofeo?.... De ahí en más, brindo, brindo por nuestro fútbol y por una digna final… ¡Salud!
  • · Pedro Fernández: El mejor del partido a mi parecer, un jugador hecho para este tipo de encuentros, diseñado para jugar finales, ese que todo técnico quiere en su equipo; y es que el momentáneo capitán del Táchira, pareciera tenar muy desarrollada la zona límbica, dado a que su escala motivacional la percibo un poco más alta que la de sus colegas. Gran rendimiento para el mediocentro.   
  • · Sergio “Barranca” Herrera: También de gran rendimiento, corrió mucho entre la línea defensiva y de salida del Zamora, estorbo y fastidio cuando debía, tarea extra supo cargarse al recuperar varios balones peligrosos. En lo ofensivo, supo aguantar la pelota con 0-1, pivotear cuando era necesario, amarrar y proteger la esférica en función de las necesidades del equipo, jugadorazo, de gran rendimiento durante todo el año además.
  • · Manuel Sanhouse: Si bien no sufrió mucho, supo mostrar su experiencia dentro del terreno de juego. Correcta colocación en cada una de sus intervenciones, nada que objetar para el experimentado golero.
  • ·Sebastián Hernández y Edgar Pérez Greco: Se desplazaron con mucha ortodoxia en el terreno de juego, junto al “Barranca” deberían de dar clases de movilidad a la hora de contragolpear, gran gol además para el “Flaco”.
  • ·Jorge Luis Pinto: Ni siquiera los abucheos de la tribuna, los cuales provocaron su cambio posicional en el estadio para poder observar el juego, lograron desconcentrarlo, desde afuera da la sensación de que supo, inclusive, dirigir a su equipo a la distancia. Planifico muy bien el partido y se dio tal cual como él lo decidió. El domingo, si cabe, demostró que es un gran técnico.
  • · José de Jesús “Chuy” Vera: Un gran Dt, está de más decirlo, sin embargo se vio muy superado por su colega rival. No supo desde lo táctico, ni desde el banquillo, encontrar soluciones al planteamiento aurinegro, y aunque las busco, estas se le hicieron esquivas durante todo el cotejo. Habra que ver como plantea el próximo partido.
  • · Jesús “Chiqui” Meza: Participativo, sí, demasiado atrasado, también, así como el Zamora no puedo pasar de media cancha, el Chiqui, se quedó igualmente de ese lado, reflejo directo del conjunto, cuando esporádicamente lograba despegarse de Suanno y Arocha, y quizás, sacarse de encima a Pedro Fernández o Diego Guerrero, tampoco pudo ser muy influyente de forma potencial en pro al desarrollo de volumen futbolístico en zona3. Pinceladas de clase, intentos de genialidad, ahuyentando a su propio campo, y poco más.
  • · Vicente Suanno: El capitán trato y trato, pero no pudo pesar positivamente. Por temas de marca y parado táctico del rival, tuvo que cederle la salida de juego al Chiqui, cuando esto empezó a darse, simplemente, crónicas de una muerte anunciada.  
  • · Luis Terán: No jugo un mal partido, aunque personalmente, no me dio la sensación de estar listo para el compromiso, lo note un tanto nervioso, algo quizás normal. En el gol, realmente nada que culpabilizar para el joven guardameta, aunque sí es cierto no se vio muy bien tras la gambeta de Pérez Greco, realmente no tenía mucho que hacer.
  • · Jonathan Copete: Quizás el mejor de los locales, bueno, al menos el más destacable. Cuando busco el uno contra uno, la mayoría de las veces, gano, más de forma inmediata se hacían presente los relevos tácticos del Táchira. No pudo pesar en lo colectivo.
Lisbm. Lizandro Samuel

jueves, 19 de mayo de 2011

La nota triste.


            Mientras aún suena la dulce melodía de la victoria para unos, la pasible música de la derrota con las botas puestas paras otros, y la intensa y apasionante pieza de suspenso ante la venidera final; existe un leve (Porque así se quiere) fondo de violines, tan tranquilos como melancólicos, que se enfundan y se conjugan en la sinfonía del fútbol venezolano temporada 2010/11. Unos violines que por ahí parecieran desentonar con los demás instrumentos, pero que al escucharlos bien, me doy cuenta de que encajan a la perfección con la realidad vivida, siendo los mismos, consecuencia directa, obvio resultado además, de una conjunción de elementos e instrumentos previos. Sí, es la nota triste de nuestro balompié, esa que sigue sonando con el paso de los años, y que a veces, en vez de hacerla salir del auditorio, se prefiere tratar de opacar con la vehemencia de otras notas más agradables y placidas, mas para pesar de muchos, y el mío en particular, esa engorrosa nota sigue sonando.
            Y de fondo se sigue escuchando el violín de la violencia, que muchas veces se quiere minimizar, pero que pareciera ser que suena con mayor fuerza cada vez. Un crecimiento en afición es evidente, canticos y maneras traídas, algunas, del sur del continente, problemas, varios, los que parecieran también querer imitar de otras sonadas barras bravas. Claro, soluciones algunas, efectivas han sido, otras no tanto, mas el hecho de que siguán apareciendo y reiterándose estos ultrajantes actos (Para el fútbol, deporte, y país), me da a pensar, que no han dado con la forma de sacar al violinista del auditorio, tan solo tratan de disminuirlo, pero ojo, que este es capaz de agrandarse en cualquier momento, y esperemos que no, pero cuidado y si en un futuro no se le antoja ser el músico principal.
            Y si hablamos de músicos principales, otro hay que nombrar, sí, es que protagonismo ha querido tomar, me refiero a la “policía”, para bien o para mal, al primer plano ha querido llegar. Se ausenta en diferentes partidos, violentos ataques ejecutaron en el Olímpico. Pobres aficionados los del Caracas, que una paliza recibieron por sus espaldas… Y es que en el último tramo del torneo mucho se habló de ellos, entre esos inhumanos actos violentos, e incomparecencias e insuficiencias posteriores, la policía (Y mis disculpas por generalizar) al primer plano, ha sabido pasar.
            Aunque sin lugar a dudas la nota quizás más triste de la sinfonía, la siguen tocando los dirigentes, los que no están preparados, los que malogran a los equipos, aquellos que de proyectos conocen poco, y de hacer sufrir a jugadores, cuerpo técnico y aficionados pueden escribir un libro. Atlético Venezuela y Caroní dieron una verdadera cátedra desde los despachos esta temporada, la forma más clara y evidente de COMO NO SE DEBEN HACER LAS COSAS. El camino al crecimiento está en hacer todo lo contrario a lo que los dirigentes de estos equipos hicieron. ¡Vamos! ¿Quieren tocar una melodía más agradable?, saben a donde tienen que ir a preguntar que no hacer, seguro mucho van a aprender.
            ¡Ah! Y si alzamos la vista al final del salón, vemos en el escenario, al músico más viejo de toda la banda, tan añejo como lamentable, de figura decrepita pero constante, se muestra con su suave e implacable melodía, ese que personifica todos, y cada uno, de los maltratados terrenos de juego sobre los que hacen jugar a nuestro jugadores de elite. Ese que se encarga también de tocar la nota de la falta de infraestructura. Ese viejito que da la sensación que entre los músicos más tristes de la orquestas, es el único que nadie o muy pocos, parecieran estar decididos a sacar. Decrepito y añejo, problema, triste e insuficiente, así se muestra la ausencia de infraestructura y el deterioro de la poca que hay. ¡Qué viejo tan fastidioso, aquel que nadie ha podido, ni querido decididamente, sacar del musical!
            Discúlpenme, mis más sinceras disculpas, hasta a mí se me escapo una lagrima. ¡Es que no puedo ignorar esa música de fondo!, y que mejor momento para recordarla, que ahora, que suenan dulces melodías de apasionante final de campeonato, ahora, que se avecina una, seguramente, muy disputa final, y un impronosticable octogonal, hoy, me he querido acordar, de la nota triste de nuestro balompié, y preguntarme además, ¿Cuándo dejaremos de hacerla sonar?
Lisbm. Lizandro Samuel.